Los legisladores provinciales se reunieron hace unos días con funcionarios de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) para evaluar el impacto que las abultadas tarifas de luz están teniendo en los usuarios residenciales y pequeños y medianos comercios. En ese encuentro, los voceros de la EPE admitieron que el aumento de las tarifas iba a tener dos resultados principales: un incremento en la morosidad en los pagos y otro en el hurto de la energía. Pasándolo en limpio, mucha gente, al no poder afrontar los elevados importes, comenzará a recurrir a artilugios que les permitan modificar los medidores o directamente se engancharán del tendido eléctrico. Esta realidad lleva a un camino complejo. Por un lado los legisladores exigieron que se contemple el contexto social que se está viviendo, pero por otro reclamaron que se arbitren los medios para evitar que crezca el hurto de energía. "Es una situación realmente compleja. Es muy difícil pedirle a una cuadrilla que corte el servicio en algún sector donde estamos detectando hurto de energía, ya que eso puede implicar un riesgo para la integridad física de los operarios. Los legisladores deben entender que lo que nos solicitan es muy difícil, por lo que se avanza lentamente y analizando los casos con detenimiento", admitió una alta fuente de la empresa energética estatal.