El Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) puso en marcha una reestructuración a partir de la cual está listo para asistir emergencias y urgencias, como ya lo viene haciendo, pero ahora también pacientes sospechosos o positivos de Covid-19.
El Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) puso en marcha una reestructuración a partir de la cual está listo para asistir emergencias y urgencias, como ya lo viene haciendo, pero ahora también pacientes sospechosos o positivos de Covid-19.
Con 174 camas distribuidas en área de emergencia primaria y cuidados progresivos y en base a un plan de contingencia diagramado para atender pacientes con coronavirus, el hospital redefinió su estrategia de atención.
Su director, Jorge Bitar, señaló que “esta reestructuración significó un cambio de paradigma”.
En ese marco, el hospital trabaja con tres escenarios posibles con la idea de recibir más respiradores. El primero, que es el que funciona actualmente, para recibir un bajo número de casos diagnosticados con un sistema de salud preparado para asistirlos; y para eso, se acondicionó un área en la guardia.
El segundo es un aumento del número de pacientes, lo que obligaría a aumentar en un 50% las camas críticas. Así, se pasa de 20 camas críticas con respiradores en cada una de ellas a 30 con respiradores.
El último es el escenario de crisis, donde la capacidad de atención podría verse limitada o con grandes posibilidades de que el sistema se vea colapsado. Ante esta situación existe la posibilidad de ampliar la capacidad en más de un 100 por ciento, es decir de ascender a 50 camas críticas.
Por fuera de las camas críticas, el Heca dispone de 48 plazas sin oxigenoterapia y otras 48 camas con oxigenoterapia, números que podrían ampliar esa capacidad a 89 y 102, respectivamente.