En el primero de los dos feriados por carnaval, la movida sólo parece haber estado en las comparsas, porque el centro y los barrios rosarinos tuvieron una marcada impronta de persianas bajas y poca gente caminando. Mucho menos haciendo compras, a no ser en los llamados comercios de cercanía como almacenes y maxikioscos, o en la megaversión de supermercados y shoppings. que abrieron sus puertas como lo hacen en forma habitual, incluso en los días rojos de almanaque. En el medio, la Asociación Empleados de Comercio recibió reclamos vía web o teléfono realizados por trabajadores que querían denunciar coacciones o asegurarse de que a fin de mes verán el sacrificio laboral de ayer y hoy traducido en el sueldo, ya que la paga es doble.
Según el secretario de asuntos gremiales de la asociación, Juan Gómez, la ciudad estuvo quieta. Hubo muy pocos comercios abiertos y no mucha gente en la calle. Explicó que en el centro, en calle San Luis, se registró alguna actividad en el sector ligado a la venta de útiles escolares y juguetes, un rubro estacional. También fue acotada la acción en las grandes casas de venta de electrodomésticos, algunas de las cuales abrieron con plantel reducido. Pero hubo otro dato a tener en cuenta: las persianas sólo estuvieron arriba hasta el mediodía.
"Se supone que por la tarde y con el calor los clientes no iban a ser numerosos", comentó Gómez. Además aclaró que los supermercados, que estuvieron abiertos, se rigen por un sistema que el gremio ya conoce y controla. "Trabajan siempre en días no laborables", explicó. Pero, más allá de la mirada del gremio, la postal de las peatonales fue elocuente para cualquiera que paseara por el centro de Rosario.
Para los barrios la situación no fue muy diferente, aunque en los 16 centros comerciales que tiene la ciudad se detectó que funcionaron negocios atendidos por sus dueños.
Además, también abrieron sus puertas los llamados comercios de cercanías, como almacenes y maxikioscos. "Sólo controlamos la relación con los empleados", sostuvo Gómez, quien dijo que la mayoría de las coacciones se da por parte de los locales de menor envergadura.
Los gremialistas realizaron dos recorridas: la primera, por la mañana, y la segunda, a partir de las 18. "Fue la misma situación, la actividad fue mínima y el principal problema es que no hubo gente en la calle", dijo Gómez. Y recordó que el alcance de los feriados está regulado por ley nacional y de aplicación a todos los sectores. "No sabemos porqué la discusión está centrada en el comercio, que puede sugerir y hasta obligar a los empleados a no cumplirla", enfatizó.
Durante la mañana, los portavoces de la asociación recibieron demandas vía web y también por teléfono por algunas situaciones puntuales.
"Fueron pocos en comparación con lo que suele ocurrir en otras oportunidades", definió Gómez. Y abrió un matiz inapelable para el análisis, que se disparó a raíz del aumento de días feriados en el calendario anual: "El comercio no es un servicio público. No tendríamos que estar recorriendo y controlando el trabajo de nuestros compañeros".
Para Gómez, incluso las actividades enmarcadas como servicios públicos, o justamente por esa característica, tienen diagramas de guardias mínimas y remuneración ad hoc previstas, por lo cual no deben cuidarse de recibir coacciones o sugerencias. "En cambio, nosotros tenemos que hacer recorridos para verificar si surge algún problema", argumentó.
A su entender, la concurrencia o no de los empleados durante los feriados es una "vieja discusión" que ahora se reactualiza por la ampliación de recesos. ¿Qué dicen los afiliados al respecto? "Deberían tener la libertad de optar sin preocupación o sin disyuntivas", explicó Gómez. Además, dijeron que los empleados suelen ser convidados de piedra en épocas de vacas gordas. "Cuando las cosas van mal, somos el ajuste. Pero si van bien, no recibimos nada. No somos socios en las ganancias, sólo en las desgracias", graficaron los gremialistas.
"Por ejemplo, hoy (por ayer) no hay bancos ni administración pública, y ningún gremio está discutiendo lo que discutimos nosotros. Cada vez que hay un feriado, se plantea el debate y tenemos que renegar", sostuvo Gómez. Luego aclaró que no hubo conflicto en ninguno de los lugares supervisados. "El objetivo de máxima es que se conozcan y respeten los derechos, y se traduce en dos acciones: detectar coacciones y la liquidación correcta a fin de mes de los feriados trabajados", sentenció el dirigente.
Páramo
“No llegamos al 10 por ciento de apertura de locales”, dijo el portavoz de la Federación de Centros Comerciales, Fabio Acosta.