"El pueblo no tiene casas ni galpones para colocar la gente", describió Manuel Belgrano de puño y letra el 7 de febrero de 1812 en su "Diario de marcha", al arribar a Rosario después de dos semanas de trajinar tras haber partido desde Buenos Aires. Veinte días después de ese día, enarbolaría por primera vez la bandera argentina en las barrancas de la ciudad.
El diario son ocho carillas en las que el prócer describe con puntillosidad el agobiante calor y las dificultades para acceder al agua que tuvo por esos días en un trayecto cargado de espinares.
Ese pedazo de la historia argentina vuelve a Rosario después de haber estado en manos de Antonio Carrizo, el mítico presentador en las radios El Mundo y Rivadavia, quien a lo largo de su vida coleccionó objetos y documentos trascendentes de la historia argentina.
El regreso a Rosario de ese documento histórico se produjo por intermedio del empresario Guillermo Whpei, quien como presidente de la Fundación Estudios Litoral Argentino, lo sumará a la colección permanente del Museo de la Democracia Internacional, que justamente abrirá sus puertas el 15 de septiembre de 2015, fecha en que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció para conmemorar el Día Internacional de la Democracia.
Con una mezcla de tonos entre abogado y militar, en este documento Belgrano detalla con cuidada caligrafía hasta la hora en la que ocurrieron diferentes situaciones que se presentaron durante la marcha.
El viaje que las 16 carretas hicieron uniendo Buenos Aires con Rosario demoró 15 días.
En su diario, el creador de la bandera detalla las atenciones recibidas en cada poblado que fueron atravesando las compañías.
Los objetos del museo. Whpei no esconde su fascinación por sumar a una colección de más de 800 objetos —entre ellos el primer prototipo del primer billete de la Argentina—, el manuscrito de Belgrano. "Es un orgullo para nosotros haber podido recuperar este documento, porque consideramos que pertenece a la historia de nuestra ciudad", señaló.
"Es una pieza única que es rica no sólo porque da cuenta de las circunstancias que rodearon a la creación de la bandera, sino que contiene una detallada descripción del paisaje que a su paso se le fue revelando a Belgrano en el avance, expresado desde la mirada estratégica de un avezado analista", agregó sobre el documento que data de 202 años.
"Cuando el museo abra sus puertas en septiembre del año próximo, ésta y otras tantas piezas que integran la colección estarán al alcance de todos los interesados que nos visiten en el subsuelo del Palacio Fuentes, que será sede del museo", explicó.
"No es un detalle menor que este espacio de apertura, diálogo y reflexión que promueve el museo tenga sede en el Palacio Fuentes, una joya arquitectónica de nuestra ciudad, que hoy vuelve a la gloria y que abrirá sus puertas para mostrar su belleza recuperada en el estado más parecido al original que hemos podido lograr", remarcó.
Whpei resaltó del escrito el desembarco en Rosario: "El 7 de febrero Belgrano escribió: «A la una y media de la mañana se tocó generala y marchamos por caminos y campos muy llanos, sin dificultad alguna, y con poco trabajo que se hizo en la barranca de salida de una cañada que han formado las aguas de lluvia y llaman Saladillo, pasaron muy bien las carretas, y hallándonos a distancia del Rosario (según comentario de la Academia Nacional de la Historia, Rosario en ese entonces no pasaba de ser un villorio ubicado sobre la margen derecha del Paraná) de cerca de una legua se formó la tropa, sacaron las banderas, y con todo orden seguimos hasta ese pueblo, cuyo comandante capitán (Pedro) Moreno y el alcalde con otros vecinos salieron a recibirnos»".
"Esa es la Rosario que Belgrano encontró al fin de su viaje. Esa es la Rosario donde enarboló por primera vez la bandera argentina. Esa es nuestra ciudad, con una idiosincrasia marcada y propia, solidaria en la crisis y crítica en su pensamiento. Y esa es la ciudad donde Fundación Estudios Litoral Argentino hace pie para el desarrollo de sus acciones y proyectos. Esta es la ciudad sede del Museo para la Democracia Internacional: un espacio pensado desde la democracia, para la democracia y para todos", resaltó.
La previa. En marzo de 1811, Belgrano ya había intentado levantar una batería para frenar el avance realista y posicionarla como baluarte contra los insurgentes de la Banda Oriental, explicó Graciela Molina, directora de la Revista Tras las Huellas de la Educación, en un artículo periodístico de 2012.
Por estos pagos no se llegaba a contar mil habitantes.
"Ni la tregua con los paraguayos en octubre de 1811 ni la firma del armisticio con Montevideo para levantar el bloqueo fluvial de Buenos Aires, duró mucho. Por eso el Triunvirato ordenó construir una batería de grueso calibre en esta zona para interceptar el paso de las naves enemigas. ¿Y a quién enviaron? Al coronel Manuel Belgrano con el 1º de Infantería y el Batallón de Castas", detalló Molina.
El prócer relató su viaje hasta Rosario en un diario. Hoy, ese escrito volvió a la ciudad.
Rescate
Las pocas hojas halladas en un remate, rescatadas en forma casi milagrosa por el locutor y bibliófilo Antonio Carrizo fueron autenticadas por la Academia Nacional de la Historia. Hasta ese momento se desconocía la existencia del Diario de la Marcha de Buenos Aires a Rosario del Coronel Manuel Belgrano.