Con más de 150 mil mujeres atendiéndose en los centros de salud de la ciudad, la pandemia de coronavirus y el aislamiento obligatorio también desafió a los equipos médicos a tejer nuevas formas de garantizar el acceso a la salud de las mujeres: anticoncepción, interrupciones legales de embarazos (ILE), controles, espacios de encuentro grupales de manera virtual, vacunación y medicación. Es más, ante la suspensión de la atención en muchos consultorios privados, la demanda se multiplicó en los últimos dos meses en la red pública. “Desde hace 60 días nos dimos múltiples estrategias para sostener esos vínculos que son muy cercanos y no queremos perder”, señaló Silvina García, subdirectora de atención primaria de la Secretaría de Salud municipal, en el marco del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer —que se conmemora este jueves—, un derecho humano al que el Estado debe garantizar sin restricciones.
Si bien recalca la “tradición” de la ciudad a la hora de mirar las políticas públicas en relación a la salud de las mujeres, el contexto de pandemia también obligó a nuevos desafíos para garantizar ese derecho a las mujeres que son las principales cuidadoras de la salud propia y ajena.
“Ellas son las que cuidan de su propia salud, pero también del resto de la familia, de los menores y de los convivientes, y en el marco del aislamiento aparece marcadamente que son ellas las protagonistas a la hora de sostener algunas cuestiones barriales, agendan las necesidades de otros vecinos y arman una red comunitaria de asistencia”, señaló la médica del municipio.
Lo cierto es que son actualmente más de 154 mil las mujeres “adscriptas” a los centros de salud de la red municipal, un número que incluso en estos sesenta días de aislamiento se vio acrecentado.
“Son muchas las que en estos días se encontraron con consultorios cerrados, consultas que no se podían realizar, controles por hacer y ante la dificultad o la demora que eso representaba en el sector privado, lo hicieron en los centros de salud”, indicó García, dando cuenta del incremento registrado.
Mantener los lazos
En ese contexto sostener ese vínculo, como fuera, fue un desafío. “Le buscamos la vuelta sosteniendo la vacunación en domicilio, así como llevarle la medicación; entregar los anticonceptivos que se hizo para dos meses en lugar de uno, así como vínculos a través de WhatsApp y plataformas virtuales para los encuentros grupales”, detalló García al referirse a los dispositivos colectivos donde el 90% de las participantes son mujeres.
Sólo para los meses de marzo y abril se entregaron 54 mil tratamientos anticonceptivos orales, 5 mil más que en los meses previos a la pandemia. Eso se llevó adelante en los centros de salud, los mismos espacios a través de los cuales se hacen anualmente más de 6.500 controles de embarazo y mil senografías.
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Del mismo modo que en los casos de ILE se realizan mayormente en forma ambulatoria en centros de salud y se sostienen las resoluciones quirúrgicas. Y siguen funcionando las consejerías en salud sexual y reproductiva en los hospitales Alberdi, Roque Sáenz Peña y Cemar.
Además de las vacunaciones a domicilio en el caso de las mayores, también se les entregaron los medicamentos, ya que el 60% de los pacientes con patologías crónicas son mujeres para evitar que circulen.
Y las personas trans además de los centros de salud y los consultorios de diversidad, cuentan con una línea de WhatsApp durante la pandemia (341-2244889) que atiende de lunes a viernes, de 8 a 14.