"Sí, tengo miedo", fue la lacónica y casi apagada respuesta de Silvana. La mujer
de 30 años y ama de casa había quedado sola esperando ser atendida en el Centro de Salud Nº 6 de
Beruti al 2700. Ya era casi mediodía y el lugar aún hervía con el trajinar de los agentes
municipales que se aprestaban a realizar un nuevo bloqueo en la zona. Hasta ayer, Tablada sumó 32
casos sospechosos a la estadística epidemiológica de Rosario, con más de 900 personas (unas 300
familias) entrevistadas en unas 13 manzanas.
Con gesto preocupado, Silvana contó que el martes se sintió mal, fue a un
hospital público y le diagnosticaron angina. Pero ayer decidió consultar en el centro de salud del
barrio Tablada, porque además de que no se le había pasado el dolor de cabeza, ahora tenía "manchas
en todo el cuerpo".
"No tengo cacharros con agua en mi casa", relató la mujer, quien no recordó si
en algún momento la había picado un mosquito. Vive en Rueda y Beruti, aseguró no haber viajado a
otra provincia y dijo que ella y sus vecinos están al tanto de la importancia que tiene la
prevención para enfrentar al dengue.
Mientras aguardaba su turno, una especie de patrulla sanitaria partió hacia
Cerrito y Beruti (República de la Sexta). Precedidos por una camioneta de la Guardia Urbana
Municipal, uno de los diez equipos de trabajo llegó al lugar tras un dato inquietante: ubicar al
familiar de un caso "sospechoso". Según detalló el director de Atención Primaria de la Salud,
Horacio Crespo, ayer mismo el paciente en cuestión había hecho una consulta y su análisis había
ingresado al stock de muestras de sangre que analiza el Cemar.
Base de operaciones. Desde que el martes pasado el barrio Tablada ocupó el
centro de las noticias con tres casos de dengue autóctono, las autoridades de la provincia y el
municipio hicieron base en el Centro de Salud Nº 6. "Este es el tercer día de intervención en esta
zona", explicó el subsecretario de Promoción Social, Fernando Asegurado, quien junto al
subsecretario de Gobierno, Jorge Elder, monitoreó de cerca los operativos.
Las intervenciones, que siguen hoy (incluso en el distrito oeste), se
desarrollan en forma concéntrica a partir del domicilio de las personas con dengue (núcleo cero), a
partir del cual agentes de Salud y Promoción Social recorren cada una de las viviendas para
detectar "casos febriles" que no hayan concurrido a la consulta. Le sigue una inspección por
cacharros y recipientes y finaliza con la fumigación individual del inmueble.
Alertados. A dos días de aparecer tres casos autóctonos de dengue, en Tablada ya
no quedan dudas. El mosquito Aedes aegypti tiene en vilo al barrio. En las calles, las esquinas o
haciendo un alto con el bolso de los mandados, la gente comenta, opina y demanda repelentes y
fumigación.
En Ituzaingó entre Beruti y Esmeralda, Lidia Fleitas reclamó el desmalezamiento
de la cancha del club Unión y Fuerza. "Acá, de 16 a 20, practican 80 niños y ayer no vinieron
porque estaba lleno de mosquitos", explicó. Y dijo que el barrio República de la Sexta también está
alerta. "Hicieron una reunión en el centro comunitario Rigoberta para hablar sobre el dengue",
comentó.
En Beruti al 1800, Ana María y Roberto —folleto sobre el dengue, tarros y
una pala en las manos— aseguraron estar al tanto de la prevención. "Tiramos un poco de
cacharros, pero tenemos algunos baldes porque debemos juntar agua, somos cinco familias que usamos
un cañito donde el agua no tiene fuerza", relataron. Cerca de allí, Silvia, con paso apurado, pidió
que repartan repelentes en Ituzaingó al 100 bis. Mientras tanto, el dengue avanza y los vecinos
están alertas.