A pesar de que desde el municipio se descartó de plano un aumento del boleto
antes de fin de año, el panorama financiero del transporte urbano de pasajeros sigue en alerta
roja. El último estudio de costos efectuado por el Ente de Transporte de Rosario (ETR) arrojó una
tarifa de 2,096 pesos, casi 50 centavos más que la de 1,60 peso que los rosarinos pagan para viajar
en colectivo. Esta diferencia plantea un panorama complejo, sobre todo teniendo en cuenta la
llegada del verano, período durante el cual disminuyen los viajes.
La semana pasada el secretario de Servicios Públicos
municipal, Gustavo Leone, negó categóricamente un nuevo aumento del boleto durante este año. Y si
bien el funcionario reconoció que existe un desfasaje entre el costo del servicio y el boleto
confió en poder paliar esta situación mediante un incremento en los subsidios que recibe el
sistema.
"Estamos viendo de qué manera la Secretaría de Transporte
de la Nación nos aumentará los subsidios. Esperamos que mejore su distribución para que no haya más
aumentos, pero hasta fin de año no habrá reajuste tarifario", aseguró Leone.
Cifras bajo análisis.
En febrero el costo tarifario neto
del transporte urbano local fue de 1,949 peso. En abril, y merced a la llegada de más subsidios que
compensaron los aumentos salariales que los choferes recibieron en marzo, descendió a $
1,878.
En junio registró una suba que lo
ubicó en $ 1,965, mientras que en agosto el costo fue de $ 1,957.
En octubre, el costo tarifario llegó
a 2,096 pesos, marcando un desfasaje con la tarifa de 50 centavos, casi un tercio del valor del
boleto.
Aún así, desde Servicios Públicos se
llevó calma a los usuarios. "Iremos por más recursos ante el gobierno nacional para intentar
equilibrar el sistema", sostuvo Leone.
El ETR realiza cada dos meses un estudio de costos del servicio de
colectivos. Desde febrero, los números del sistema presentan una curva ascendente.
S.O.S.
El Régimen de Compensaciones
Complementarias aplicado en el Amba se cubre con fondos del Tesoro Nacional y se asigna a las
empresas que prestan servicios, teniendo en cuenta la diferencia entre los incrementos de los
costos y las asignaciones recibidas en concepto de Sistau (alícuota al gasoil destinada a subsidiar
este servicio público).
Para las ciudades del interior se
crearon las Compensaciones Complementarias Provinciales (CCP), cuya metodología de asignación está
en función de un coeficiente que integra distintas variables como la recaudación, los kilómetros
recorridos y las unidades.
Rosari
A pesar de que desde el municipio se descartó de plano un
aumento del boleto antes de fin de año, el panorama financiero del transporte urbano de pasajeros
sigue en alerta roja. El último estudio de costos efectuado por el Ente de Transporte de Rosario
(ETR) arrojó una tarifa de 2,096 pesos, casi 50 centavos más que la de 1,60 peso que los rosarinos
pagan para viajar en colectivo. Esta diferencia plantea un panorama complejo, sobre todo teniendo
en cuenta la llegada del verano, período durante el cual disminuyen los viajes.
La semana pasada el secretario de
Servicios Públicos municipal, Gustavo Leone, negó categóricamente un nuevo aumento del boleto
durante este año. Y si bien el funcionario reconoció que existe un desfasaje entre el costo del
servicio y el boleto confió en poder paliar esta situación mediante un incremento en los subsidios
que recibe el sistema.
"Estamos viendo de qué manera la
Secretaría de Transporte de la Nación nos aumentará los subsidios. Esperamos que mejore su
distribución para que no haya más aumentos, pero hasta fin de año no habrá reajuste tarifario",
aseguró Leone.
Cifras bajo análisis.
En febrero el costo tarifario neto
del transporte urbano local fue de 1,949 peso. En abril, y merced a la llegada de más subsidios que
compensaron los aumentos salariales que los choferes recibieron en marzo, descendió a $
1,878.
En junio registró una suba que lo
ubicó en $ 1,965, mientras que en agosto el costo fue de $ 1,957.
En octubre, el costo tarifario llegó
a 2,096 pesos, marcando un desfasaje con la tarifa de 50 centavos, casi un tercio del valor del
boleto.
Aún así, desde Servicios Públicos se
llevó calma a los usuarios. "Iremos por más recursos ante el gobierno nacional para intentar
equilibrar el sistema", sostuvo Leone.
El ETR realiza cada dos meses un estudio de costos del servicio de
colectivos. Desde febrero, los números del sistema presentan una curva ascendente.
S.O.S.
El Régimen de Compensaciones
Complementarias aplicado en el Amba se cubre con fondos del Tesoro Nacional y se asigna a las
empresas que prestan servicios, teniendo en cuenta la diferencia entre los incrementos de los
costos y las asignaciones recibidas en concepto de Sistau (alícuota al gasoil destinada a subsidiar
este servicio público).
Para las ciudades del interior se
crearon las Compensaciones Complementarias Provinciales (CCP), cuya metodología de asignación está
en función de un coeficiente que integra distintas variables como la recaudación, los kilómetros
recorridos y las unidades.
Rosario percibe 8.100 pesos por cada
colectivo y aspira a elevar esta cifra a 13 mil pesos mensuales por coche.
Es que Rosario está inmersa en un esquema de distribución de subsidios
que discrimina a las poblaciones del interior mientras que el Area Metropolitana de Buenos Aires
(Amba) consume la mayor parte de los fondos nacionales.
Tras los aumentos.
Sobre la flota de 720 colectivos que
componen el transporte urbano de Rosario, cada unidad contó con un 16 por ciento adicional. Es
decir, unos 1.300 pesos que se sumaron a los 8.100 pesos que se reciben mensualmente en concepto de
subsidios ya sea por Sistau, como por el fondo de compensación a las provincias.
Pese a ello, la diferencia entre la
tablita de costos del ETR y el boleto que pagan los usuarios conserva $ 0,496 en
rojo.
Pese a las diferencias, los fondos recibidos el mes pasado ayudaron a
compensar el traspaso al básico de los 400 pesos de aumento que recibieron los choferes nucleados
en el gremio de la UTA.
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Es que Rosario está inmersa en un esquema de distribución de subsidios
que discrimina a las poblaciones del interior mientras que el Area Metropolitana de Buenos Aires
(Amba) consume la mayor parte de los fondos nacionales.