El costo de la canasta básica alimentaria de un adulto rosarino subió 7,2 por ciento en marzo y se ubicó en $ 5.916. El salto fue impulsado por aumentos en los precios de la carne, verduras y frutas. Así lo midieron los investigadores que integran la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
El dramático cuadro es todavía más grave si se incorporan los resultados de un relevamiento especial que realizó la usina durante la cuarta semana de marzo, luego de decretarse el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Durante esos siete días el costo de la canasta aumentó 1,4 por ciento y la elevó a $ 5.270. De modo que, si compara esta cifra con la de febrero, la suba mensual alcanza al 8,2 por ciento.
Para confeccionar la canasta básica alimentaria, los investigadores de la UNR toman como referencia el varón adulto de 30 a 60 años. Cuando se extrapola el dato a un hogar tipo de cuatro integrantes, se determinó que ese núcleo necesitó $ 19.798 en marzo para poder comprar los alimentos básicos que cubran sus requerimientos nutricionales. Es decir, no ser indigentes.
La Asignación Universal por Hijo (AUH), se registró un incremento de $ 286 en marzo, lo que subió su poder de compra de 0,45 CBA en febrero a 0,48 en marzo. El poder de compra de la asignación "aún no recupera la pérdida sufrida en noviembre de 2019", señaló el estudio.
En tanto, con el aumento de 13 por ciento en el haber mínimo jubilatorio, permitió elevar su poder de compra en términos de canasta básica, de 2,89 a 3,06.
La canasta relevada por la Usina de Datos registró entre febrero y marzo una caída de 1,2 por ciento en los precios de aceites y grasas, y de 6,7 por ciento en los de azúcares y dulces. Pero subieron 18,4 por ciento los huevos; 9,2 por ciento la carne, 10,2 por ciento las bebidas e infusiones, 17,2 por ciento las verduras y hortalizas y 9,5 por ciento las frutas. El pan no sufrió variaciones.
La Usina de Datos de la UNR es un nodo de producción y análisis de información que pretende comprender una realidad cada vez más diversa y compleja, con el objetivo de generar aportes en torno a la construcción de nuevas categorías y formas de analizar los fenómenos sociales.
Tiene como propósito medir la magnitud, evolución y características de fenómenos económicos y sociales como la pobreza, la situación ocupacional y la actividad económica de Rosario y la región; complementando el análisis de la realidad social local con enfoques transversales: de género, ciclo de vida (especialmente en niños, niñas, jóvenes y adulto/as mayores); y núcleo (derecho a disfrutar de un medio ambiente saludable y no degradado).
Paralelamente, se propone recuperar la información producida por distintas cátedras, equipos y centros de investigación de la UNR.
Del informe participaron Agustín Prospitti, Paula Durán, Lucía Andreozzi, Sol Gonzalez de Cap, Gonzalo Brizuela, Federico Fabbioneri, Alvaro García Scavuzzo y Mariana Díaz.
Inquilinos siguen desamparados
La encuesta que el Frente de Inquilinos lleva a cabo hasta el 25 de abril para conocer si se respeta el decreto de protección para los locatarios, no viene bien. De dos mil casos procesados vía online, el 70% reveló que no pueden pagar el alquiler de abril. Otros informaron amenazas de desalojo, pese a que están suspendidos. También reflejan problemas con inmuebles señados que aún no pudieron ocupar y exigencias de reajuste de precios. “Son violaciones que están penadas por ley”, advirtió Nire Roldán, titular de la Concejalía Popular de Rosario.