Pese a que la Municipalidad anunció hace un mes que con la reprogramación de horarios en la Guardia Urbana Municipal (GUM) los manteros no regresarían a las peatonales, ayer la realidad demostró lo contrario. La peatonal San Martín fue una kermesse.
Pese a que la Municipalidad anunció hace un mes que con la reprogramación de horarios en la Guardia Urbana Municipal (GUM) los manteros no regresarían a las peatonales, ayer la realidad demostró lo contrario. La peatonal San Martín fue una kermesse.
De acuerdo a los datos oficiales brindados por la Secretaría de Control y Convivencia Urbana, en la ciudad existen unos 400 vendedores ambulantes que están autorizados por la Municipalidad. En la zona de las peatonales hay 45 puestos autorizados.
"No sé si hay menos manteros, pero lo que está claro es que tienen muchas menos posibilidades de asentarse en las peatonales", había considerado el 9 de septiembre pasado el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Gustavo Zignago, mientras anunciaba el resideño de los turnos de los agentes de la GUM que permitían dar pelea a las ventas ilegales.
Si bien apuntaba que "la idea es sostener con firmeza este control en las peatonales", esa firmeza se ablanda los domingos.
Ayer, la postal que arrojó la zona distó mucho del enunciado de Zignago. En especial sobre la peatonal San Martín, donde los manteros se asentaron en la agradable tarde del domingo con una oferta variada de productos.