Las bancas del Concejo Municipal comenzaron a fijar postura frente a un nuevo intento del Ejecutivo de endeudarse por unos 200 millones de dólares para hacer obra pública. La segunda propuesta incluye un mix de pavimentación de unas 800 cuadras, la iluminación con tecnología Led de espacios verdes, más líneas de trolebuses y la urbanización de la desembocadura del arroyo Saladillo. Ahora, la oposición insiste en ajustar el cronograma y la inversión de cada proyecto que se haga con nueva deuda.
Tras el fracaso en las negociaciones de diciembre en el primer intento de la gestión de la intendenta Mónica Fein en apelar al crédito internacional para ejecutra obra pública, La Capital dio detalles en la edición de ayer de su segundo proyecto para insistir con el financiamiento.
En la apertura de sesiones legislativas del período 2017, Fein ya había adelantado ante los concejales su intención de ir a la carga nuevamente. Sólo que esta vez, y tomando nota de lo aportado por los ediles, se dejó a un lado la resolución de la deuda a corto plazo del presupuesto municipal, que será auxiliada por la provincia.
Así, y con la capitalización del Banco Municipal también por fuera del pedido de préstamo, el Palacio de los Leones ensaya una aprobación ante el Palacio Vasallo que destine 146 millones de dólares a los siguientes ejes temáticos: pavimentación de unas 800 cuadras, jerarquización de 20 centros comerciales a cielo abierto, repotenciación lumínica de parques, puesta en marcha de la línea I de trolebuses y el desarrollo del proyecto Bajos del Saladillo.
Con otros 54 millones de dólares, y en la misma ingeniería financiera se buscará un convenio con la provincia para dejar a diciembre de 2019 las deudas de corto plazo del presupuesto municipal en cero.
Entre las bancas, y tras charlas extraoficiales entre concejales y funcionarios ya empiezan a asomar posiciones.
"El endeudamiento tiene que ser sumamente restrictivo y por ende debería hacerse en el marco de las ordenanza de mi autoría de 1996 que se aplica a obra pública extraordinaria", remarcó el radical Jorge Boasso, para desmarcar del listado al pavimento que podría ejecutarse con el fondo específico.
"Hace diez años que quieren hacer mil cuadras y no las completaron. Y los centros comerciales pueden hacerse con el presupuesto propio. Además los fondos de la nueva deuda tienen que ir a un fideicomiso que impida una distorsión de su destino", agregó Boasso.
Desde el PRO, Alejandro Rosselló, resumió: "Estamos dispuestos a obras de infraestructura que le cambien la vida a los rosarinos y que salgan de la agenda política y no para sanearle las cuentas a Fein". El edil macrista recordó en los "1.500 millones de pesos" que Nación destina a proyectos en el área metropolitana y aseguró que con el cambio de deuda de corto plazo a los 30 meses que financiará la provincia "se ahorrarán otros 120 millones de pesos que queremos volcarlos a obras".
El justicialista Osvaldo Miatello insistió en mostrarse contrario a la toma de deuda. "Tomar deuda es lindo al principio, pero después hay que devolverlo. A nivel país, pasamos de una política de desendeudamiento a 50 mil millones de dólares en un año". Desde Rosario Federal, Diego Giuliano sentenció: "Tomar deuda no me da miedo, la gestión Fein es la que me da temor. Hay que poner freno al apuro, porque se trata de la operación financiera más grande en democracia y compromete generaciones futuras".
Desde el cavallerismo, Lorena Giménez, propuso una comisión de seguimiento, una composición mixta de la deuda, y un listado de obras con cronograma, plazos e inversión de cada proyecto. "Todavía no tenemos postura pero sino tenemos injerencia lo veo difícil a menos que se acepten estos cambios", sintetizó.
El radical aliado al socialismo, Sebastián Chale, ponderó que la asistencia provincial para auxiliar las cuentas municipales "mejora mucho la iniciativa anterior" para poner el énfasis en los núcleos de obras en cada barrio. "Es un proyecto superador, lo vamos a acompañar en un contexto de oportunidad", dijo para deslizar en rever la capitalización del Banco Municipal "que tiene liquidez pero necesita más capital". Otro radical, Martín Rosúa, condicionó el apoyo "a si la nueva propuesta está focalizada en un plan general, sin negociar con cada bloque y en una idea de que el crédito no sea usado para refinanciar más déficit fiscal que la propia gestión genera".