La comisión de Producción del Concejo Municipal fue la caja de resonancia de dos problemas que enfrenta el aeropuerto local: caída en la conectividad aérea y problemas de movilidad para trasladar en forma eficiente a los pasajeros que llegan a la ciudad en taxi, remís o colectivo. “Es una paradoja absurda que una persona arribe en 45 minutos desde Aeroparque y demore más de 30 minutos en subirse a un taxi en la aeroestación de Rosario”, graficó la concejala socialista Susana Rueda.
La reunión contó con la participación de los integrantes de Producción y Presupuesto. En representación del aeropuerto asistió el vocal del directorio, Nicolás Ruggiero, junto a la coordinadora de comunicación estratégica, Cecilia Gabenara.
La recuperación parcial de la terminal luego de la pandemia vino de la mano de vuelos domésticos con distintas frecuencias a Buenos Aires, ya sea a Aeroparque o a Ezeiza, además de Bariloche, Iguazú y Salta. A nivel internacional, actualmente está operando la línea aérea Copa que conecta con Estados Unidos, el resto de América y el Caribe, vía Panamá. Pero hubo 9 meses de inactividad comercial por la pandemia y las empresas de aeronavegación quedaron en jaque ante la poca rentabilidad y la falta de pasajeros tras el teletrabajo.
Aun así, los vuelos domésticos pudieron recuperarse. En noviembre de 2020, se contabilizaron los primeros 513 pasajeros mientras que en marzo de 2022 el movimiento alcanzó a las 33.225 personas.
Tras un repaso sobre las acciones de mantenimiento e infraestructura, en la reunión también se abordaron temas como las mejoras en la iluminación y señales de balizamiento de la pista; y la reapertura de negocios.
Un tema sensible de cara a sostener la reactivación de vuelos y por ende de servicios a los pasajeros fue la movilidad urbana. Un dato que corrobora el impacto pospandemia y se pone en espejo con la escasez de vuelos es que se pasó de 28 habilitaciones municipales de remises para operar en el aeropuerto a tan solo 12. A ello, y según indicaron autoridades de la terminal, se agrega la línea de colectivos 115/aeropuerto (que pasa en teoría cada 37 minutos) y una combi con base operativa en la terminal. “Se están necesitando remises y taxis, les ofrecemos a los pasajeros opciones de traslado, pero es imposible conseguirlas tanto desde Rosario como de Funes. No escapa a la realidad de la ciudad”, mencionó una vocera.
“Se da la absurda paradoja de que un pasajero llega desde Buenos Aires en un vuelo de 45 minutos y luego demora más de 30 minutos esperando un taxi en el aeropuerto. Los remises de la terminal se agotan enseguida y los taxis no van o demoran muchísimo si es que se logra dar con alguno”, dijo la edila socialista al mencionar que ya existe un proyecto del macrista Carlos Cardozo al respecto.
El concejal de Juntos por el Cambio y vicepresidente del Ente de la Movilidad logró que la comisión de Servicios Públicos se expidiera al respecto.
“El kirchnerismo y sus negocios con algunos sindicalistas no solo dejaron al país sin aviones y destrozaron el nuestro aeropuerto; sino que ahora también pretenden dejar sin transporte a los pasajeros que llegan; eso no lo podemos permitir”, dijo Cardozo para agregar: “Insistimos y logramos exigir la presencia de taxis y remises en coordinación con la llegada de los diferentes vuelos”.
“Se nota muchísimo la ausencia de transporte del aeropuerto al centro y es difícil hacer coincidir que la combi esté en la terminal al momento de la llegada de los vuelos”, marcó Rueda.
La concejala justicialista Silvana Teisa adelantó que presentará un proyecto para retomar un recorrido específico de minibuses de traslado desde diferentes puntos de la ciudad al aeropuerto.
Por su parte, la edila Verónica Irizar aclaró que los inconvenientes de movilidad son un correlato de la baja de actividad del aeropuerto tras subrayar que “la falta de taxis es un problema de la ciudad”.
“Si se compara el primer trimestre de este año con 2020 hay un 62% menos de pasajeros. Y con 2019 es un 72%. Es un impacto grande, con pérdida marcada de conectividad”, remarcó la concejala progresista para indicar que propuso instalar “como otra opción que sume movilidad” un transporte especial habilitado por el municipio.