La decisión del Ministerio de Educación provincial de suspender las clases virtuales para miércoles, jueves y viernes de la semana próxima provocó un revuelo entre los docentes, los gremios y los padres. Hay escuelas que determinaron no acatar la medida y enviaron cartas a las familias para comunicar que los chicos tendrán igualmente actividades online la semana próxima. En tanto que los gremios pidieron que “haya clases”.
Tal vez sea la primera vez que Educación decide suspender las clases y los gremios piden que se dicten. Eso sucedió ayer luego de que a la tarde se conociera la decisión oficial.
Los gremios se despegaron de la propuesta, surgida en el marco de las restricciones por el aumento de casos de coronavirus que rigen hasta el 30 de mayo, y rápidamente aclararon que “no fue un pedido de los docentes” suspender las actividades en los tres días hábiles de la próxima semana.
El gremio que aglutina a los docentes de las escuelas públicas, Amsafe Rosario, fue contundente: “Queremos expresar nuestro rechazo a esta resolución” y fundamentó su posición defendiendo el derecho a la educación de los chicos.
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Por su parte, el titular del sindicato de los docentes de escuelas privadas en Rosario, Martín Lucero, dijo que la medida los sorprendió completamente. “Estábamos trabajando en tips para las clases virtuales de la semana que viene y nos enteramos de esta decisión del ministerio, que no surgió por pedido de los docentes”, subrayó.
Maestros consultados por La Capital también mostraron indignación y rechazo ante la medida. “Estuvimos trabajando todo el año pasado con la virtualidad y ahora dicen que no sirve”, se quejaron cansados de las “decisiones intempestivas y arbitrarias del ministerio”.
Por otra parte, ayer hubo escuelas que comunicaron oficialmente a las familias que no acatarán la medida ministerial y que, los días lectivos de la semana próxima, los alumnos tendrán clases virtuales.
Cacerolazo
La noticia se difundió como reguero de pólvora en los grupos de WhatsApp de padres de escuelas, tantos privadas como públicas, y a la par que corría la circular oficial con la noticia, crecía la indignación, y hasta se organizó un cacerolazo para manifestar el enojo.
“¿El virus se transmite por internet?”, preguntaban irónicamente algunos padres. “Suspender las clases virtuales lamentablemente no cambia la situación epidemiológica que estamos atravesando”, se lamentaban otros.
Los papás dijeron que no lograron entender el argumento del ministerio que lo llevó a tomar esta decisión.
Comunicado oficial
Este diario consultó a la ministra de Educación, Adriana Cantero, quien respondió con un comunicado oficial en el que señaló que la educación virtual en la provincia “solo es posible sostener con un grupo mínimo, ya que la inmensa mayoría de nuestra población escolar carece de conectividad, por lo tanto, dar continuidad con esos recursos, implicaría la posibilidad de unos pocos”.
Ante esto, no fueron pocos los docentes que opinaron que el ministerio “nivela para abajo”. Esto resulta ciertamente contradictorio a lo que sucedió el año pasado cuando desde el gobierno se defendió y hasta se alentó la virtualidad.
Asimismo, el comunicado insistió en que para disminuir la circulación de personas, también hay que evitar las “actividades que exceden lo virtual, tales como la entrega de materiales impresos, la orientación focalizada de pequeños grupos de alumnos, tutorías, y consultas, en una frecuencia reducida”. Por este motivo, el gobierno santafesino decidió suprimir totalmente las clases.
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En el texto la ministra enfatizó la necesidad de que los diputados estudien el proyecto de ley de conectividad, que permitiría que más chicos tengan acceso a la educación.
Sumado a esto, ayer se viralizó un audio, aparentemente de la ministra Cantero, en el que la funcionaria admitía que “solo el 10 por ciento de la población santafesina tiene acceso a internet”. Si fuera así, únicamente ese porcentaje habría tenido clases durante 2020.
“Los docentes deberán reflexionar sobre las formas de evaluación y revisar el calendario”, indicó, por otro lado, la nota enviada ayer a las escuelas.