La administración de Miguel Lifschitz comenzó ayer a trabajar en la posibilidad
de solicitar al Ministerio de Trabajo provincial la conciliación obligatoria para destrabar el
prolongado conflicto con los trabajadores municipales y aguarda que el gremio, que hoy realizará
una asamblea de delegados, haga una contrapropuesta superadora. Desde el sindicato, que encara el
segundo día de la huelga de 72 horas lanzada en demanda de un aumento salarial del 10 por ciento
amenazaron con extender los paros hasta enero y febrero próximos.
En tanto, las peatonales Córdoba y San Martín se fueron
poblando ayer desde temprano de vendedores ambulantes que, al igual que lo ocurrido durante las
anteriores huelgas de 24, 38 y 48 horas, aprovechan la falta de inspectores.
Aunque el paro de los municipales también se hace sentir
con fuerza a la hora de los trámites en los distritos y reparticiones, en el tránsito (sin
controles) y por la ausencia de barrido y limpieza.
Estrategias. Pasado el mediodía de ayer, el intendente y parte de su gabinete
comenzaron a analizar la situación. En ese marco, el secretario de Gobierno, Horacio Ghirardi, le
dio entidad al posible pedido de intervención de Trabajo vía conciliación obligatoria.
No obstante, La Capital pudo saber que el diálogo entre las
partes se mantuvo activo hasta la noche y que en el Palacio de los Leones esperan una "verdadera"
contraoferta por parte del sindicato.
Lifschitz había ofrecido a los trabajadores un cinco por
ciento de aumento en febrero y el restante cinco en marzo, pero el secretario adjunto del gremio,
Antonio Ratner, desechó el lunes pasado esa posibilidad y puso sus fichas sobre el tablero.
Reproches. Sin embargo, el municipio le reprochó a los referentes sindicales haber
vuelto sobre su planteo original de un aumento del 10 por ciento a partir de diciembre y ratificado
un paro que, potenciado por los recesos y feriados de Navidad y Año Nuevo, hará que los empleados
reanuden las tareas en los primeros días de enero.
Ghirardi, a su vez, aclaró que la Municipalidad "esperará
la resolución de la asamblea" de delegados prevista para las 10 en la sede gremial (Entre Ríos
1242).
Durante el encuentro se definirá la continuidad del plan de
lucha, que contemplaría un acto con movilización y hasta un acampe en la plaza 25 de Mayo.
Por su parte, Ratner advirtió: "Si el conflicto continúa,
será con las mismas características. Seguiremos en enero, febrero y más, porque no es un capricho
sino que tiene que ver con la pérdida del valor adquisitivo del sueldo".
El secretario general del gremio, Néstor Ferrazza, recono
ció que el sector concurrió días atrás —y por voluntad propia— a Trabajo "para explicar
cómo era la situación".
"A la conciliación la debe pedir la Municipalidad.
Seguramente la acataremos, pero con la convicción de que no sea una actitud especulativa del
Ejecutivo", explicó.
Carlos Rodríguez, titular de Trabajo (aunque todavía sin
asumir), advirtió respecto de la conciliación que "primero se requiere un pedido formal de las
partes y, hasta ahora, no lo hubo". Luego, en declaraciones a LT8, agregó que el ministerio "no
puede ni debe actuar de oficio".
"Nosotros tendemos la mesa de diálogo para que las partes
resuelvan el conflicto, sin diferencias entre ambas", sentenció Rodríguez.