El lugar se promocionaba mediante volantes que prometían 10 máquinas tragamonedas, black jack, póker y dos ruletas, pozos progresivos y acumulados, además de pago de premios en el acto y en efectivo. Los impresos conducían a una humilde vivienda de la zona noroeste de la ciudad, donde el miércoles por la noche la policía halló un casino clandestino. La semana pasada, los uniformados habían irrumpido en otra casa de apuestas ilegales de la zona oeste y en mayo fue la GUM la que clausuró una agencia de loterías donde se jugaba a la ruleta.
El garito funcionaba en el pasaje Camoatí 969 bis (José Ingenieros al 6900), en una de las varias cortadas del barrio Empalme Graneros. La casa, de una sola planta y llena de rejas, ayer tenía sus persianas bajas y en la vereda se acumulaban algunos materiales de construcción, una más de las tantas de la zona noroeste de la ciudad.
Los investigadores llegaron hasta allí a través de un dato de "personal de calle", según fuentes policiales, que indicaba que todas las tardes, a partir de las 15, la vivienda se transformaba en un local de apuestas ilegales que funcionaba hasta entrada la noche.
Sin embargo, cuando los agentes de la comisaría 20ª ingresaron al lugar apenas hallaron a quien sería el dueño de la casa, un hombre de unos 31 años de nacionalidad paraguaya sin antecedentes y poco dinero en efectivo, alrededor de 400 pesos.
En cambio, sí lograron secuestrar siete computadoras personales que trabajaban en red con un servidor que administraba las apuestas, un cuadernillo chico que registraba los ingresos del día, ya que el resto de las hojas habían sido arrancadas, y una serie de volantes mediante los cuales se promocionaba la actividad.
Lolletos ofrecían "máquinas tragamonedas, 14 juegos, black jack, póker, 2 ruletas, 10 tragamonedas. Pago en el acto y efectivo. Pozo progresivo acumulable", apuntó una fuente de la investigación. Las actuaciones quedaron en manos del juzgado de Faltas Nº 2, a cargo de Adrián Pafundi.
Más casos. Los locales de apuestas clandestinas disimulados en casas de familias no son una novedad en muchas zonas de la ciudad, tampoco los juegos ofrecidos. Sin ir más lejos, el jueves pasado se secuestraron 11 computadoras y una máquina tragamonedas en una vivienda de Barra 1980, en la zona oeste.
La cantidad de gente que asistía a lo que los vecinos suponían reuniones familiares fue lo que, según los investigadores, dejó al descubierto el negocio. No obstante, cuando los uniformados llegaron al lugar encontraron sólo a una mujer de 52 años que se presume había montado el garito y dos personas que habrían estado realizando apuestas, un revólver calibre 32 y 28 mil pesos en efectivo. Las actuaciones quedaron a cargo de la jueza penal Hebe Marcogliese.
En mayo pasado, la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana de la Municipalidad clausuró una agencia de lotería y juego clandestino ubicada en bulevar Avellaneda al 1600. Personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM) llevó adelante el operativo en un local donde había instaladas máquinas con juegos, a las cuales los apostadores accedían comprando saldo en el mismo negocio y, por supuesto, allí mismo podían cobrarlos.
En total había siete computadoras que eran utilizadas para jugar a la ruleta electrónica, simuladores de carreras de caballos y otros de similares características, según se indicó oportunamente desde el municipio.