Durante el desarrollo del primer juicio oral y público por mala praxis en Rosario, contra un médico acusado de homicidio culposo por su atención fallida a Maximiliano Iñiguez, un joven de 21 años que en abril de 2014 murió por una infección generalizada tras haber sufrido una fractura en una pierna luego de un accidente de tránsito, ayer profesionales que participaron del cuerpo de peritos denunciaron que “recibieron presiones, amenazas y amedrentamientos” durante este proceso judicial.
Esta situación llamó la atención de los familiares de la víctima, quienes organizaron una manifestación de apoyo a los médicos que confeccionaron los informes, que se realizará hoy, a las 8.30, frente al Centro de Justicia Penal.
Tras su declaración como testigo, la doctora María Susana Soplán planteó esta situación abiertamente frente al Tribunal. Según testimoniaron familiares de Maxi, la profesional refirió acciones de ese tipo que sufrió ella “por haber sido la forense en la autopsia”. En tanto, esta médica también denunció una serie de amenazas que recibió el doctor Luis Alberto Zordán, titular de la cátedra de Traumatología de la Facultad de Medicina (UNR), quien también participó de este juicio.
Sorprendidos
“Hoy fue un día clave con las exposiciones de los peritos y declaraciones de una junta médica constituida por tres médicos. A toda nuestra familia nos sorprendió que la doctora Soplán denunció que recibieron amenazas, amedrentamientos y presiones por los informes que hicieron durante el proceso judicial”, confió ayer Elías, hermano de Maxi.
Y exclamó: “Nos parece una cuestión de extrema gravedad institucional. Por eso vamos a concentrar en la puerta del Centro de Justicia Penal, en defensa y en apoyo a estos médicos que tuvieron mucho coraje y marcaron sus posturas en este juicio”, indicó.
“El reclamo fue bien claro ante los jueces. La doctora criticó las amenazas frente al Tribunal”, comentó Elías, quien advirtió que “los médicos tienen un deber con sus colegas, pero también tienen un compromiso mucho más fuerte con la sociedad. Y en este caso están honrando su profesión, respetando a alguien que en este momento no puede tener palabras”.
Y subrayó: “Hoy (por ayer) estos doctores imparciales ratificaron sus posturas, sus análisis y sus dichos con gran firmeza. Ratificaron que la causa de la muerte de Maxi fue la impericia, y una respuesta médica tardía al cuadro que él presentaba. Y repudiaron los amedrentamientos adelante de los jueces, con gran valentía. Confirmaron todo lo que ya habían manifestado”.
“Detrás de esta búsqueda de la verdad que perseguimos como familia, pasaron muchas cosas que nos sorprenden realmente mucho en este juicio por mala praxis”, reconoció Elías.
En ese sentido, integrantes del núcleo familiar se encargaron de remarcar enfáticamente que no quieren instalar “una criminalización de la profesión de los médicos”, y puntualizaron que su reclamo de justicia “apunta solamente a la conducta y la responsabilidad del acusado” por la muerte de Maxi.
Respaldo
“En este juicio es muy necesario apoyar a quienes protagonizan roles importantes dentro de este proceso. Queremos Justicia para Maxi y prisión para los responsables, y para eso es muy importante que quienes brindan sus testimonios se sientan respaldados por la sociedad”, resaltó Elías, el hermano de la víctima.