La incertidumbre es ley en esta pandemia. Son muchas las preguntas de quienes pasan la enfermedad y más aún, quienes la transitan sin síntomas o cuadros leves, o incluso con fiebre y fuertes dolores pero sin necesitar ser derivados a instituciones de salud y lo hacen aislados en sus propias casas. ¿Deben realizarse testeos para recibir el alta o splo deben contabilizarse cierta cantidad de días sin presentar síntomas? ¿Cuándo pueden dejar atrás el aislamiento y volver a sus actividades cotidianas? ¿Qué sucede con los convivientes? ¿Pueden ser inmediatamente donantes de plasma? Las inquietudes sobran porque a lo largo de estos meses los protocolos se fueron modificando de acuerdo a los cambios del escenario epidemiológico y los testeos negativos, por ejemplo, ya no son necesarios para acreditar el alta. Ante eso, Silvina García, subdirectora de Centros de Salud de la Municipalidad, respondió las preguntas.
Quienes atraviesan el coronavirus no son los menos, sino todo lo contrario, se trata de la mayoría. Del total de personas diagnosticadas, por ejemplo en las últimas 24 horas, las estimaciones indican que la proporción que transitará la enfermedad en su domicilio será del 80 por ciento o incluso más, que el 20 por ciento requerirá asistencia médica e internación, y que entre un 2 y un 5 por ciento deberá ser derivada a áreas de cuidado intensivos con asistencia respiratoria.
La subdirectora de Centros de Salud de la Municipalidad fue quien detalló cómo se llevan adelante los procedimientos, sobre todo ahora con los nuevos protocolos donde ya no realizan pruebas a posteriori de la enfermedad para confirmas las altas.
“En esos casos, donde la enfermedad se transita en la casa, el alta se da a los 10 días del inicio de los síntomas, siempre y cuando en las últimas 72 horas no haya presentado fiebre y tenga una mejoría clínica”, explicó García, que advirtió que sí pueden persistir la pérdida del gusto y el olfato.
La médica detalló que el abandono del aislamiento por parte de estas personas no tiene por qué ser progresivo, sino que directamente a partir de ese día 10 puede volver a sus actividades habituales, a tener vínculo con sus contactos estrechos y participar de las actividades recreativas permitidas.
La explicación técnica es que “diez días es el tiempo máximo de la viremia, es decir de la capacidad de contagio, y a partir de allí la contagiosidad ya no existe”.
Esos criterios son los mismos que rigen a partir de la nueva determinación de “positivo por nexo epidemiológico”, es decir, los contactos estrechos de una persona positiva que presenta síntomas y que es considerada contagiada sin ser necesaria la realización del hisopado.
En el caso de los contactos estrechos de quienes cursaron la enfermedad y no presentan síntomas, “pueden salir del aislamiento cuando se cumplen los 14 días de la última fecha de exposición con la persona enferma, siempre y cuando no presente síntomas”.
Sin embargo, de aparecer fiebre, dolor de cuerpo, tos, pérdida del gusto o del olfato, se consideran infectados y deberán comenzar a contabilizar otros diez días de aislamiento y a partir de allí seguir los criterios de quienes cursaron la enfermedad.
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¿Cómo donar plasma?
Son más de 600 las personas que atravesaron la enfermedad y que buscan donar plasma a través del Centro Unico de Donación Ablación e Implante de Organos (Cudaio), sin embargo, que puedan hacerlo o no “depende de muchos factores y de hecho, no todos los pacientes pueden terminar siendo donantes”, señala el titular del organismo provincial, Armando Perichón.
Además de aclarar que “ninguna donación puede ser dirigida específicamente a determinado paciente, sino que se realiza a través de un sistema centralizado que lo distribuye con criterios de compatibilidad, equidad y anonimato”, el médico explicó además que puede realizarse en cualquier momento.
“En la primera semana de la infección, el organismo no hace anticuerpos y a partir del quinto y séptimo día, produce la «Inmunoglobulina M» que no neutraliza el virus y por lo tanto, no sirve _detalló_. Recién después del día 10 se produce la «Inmunoglobulina G» que una parte de esa será la neutralizante, y esa es la que se va a mantener y va a hacer un pico de producción a los 15 días de que el paciente haya sido dado de alta, y se sostiene en esos niveles durante los siguientes tres meses”.
Así el médico explica “la ventana” donde debe realizarse la extracción, antes de llegar al sexto mes cuando se estima que los anticuerpos directamente desaparecen.
Sobre la aplicación del tratamiento con plasma, Perichón también hizo algunas aclaraciones, empezando por el hecho de que “es un ensayo clínico que se encuentra en su etapa experimental” lo que significa que su eficiencia sobre la enfermedad y efectos adversos, aún están en estudio. “Se está realizando en distintos países; existen reportes de que ciertos pacientes, en determinada etapa de la enfermedad, evidencian mejorías, pero aún así los resultados no son concluyentes; y al mismo tiempo, algunos estudios afirman que no hace ni bien ni mal”.
En ese marco, se aclara que “puede traer alivio, pero no es una terapia confirmada”, al tiempo que indicaron que “no se trata de un recurso ilimitado”.
De hecho, la única institución gestiona todas las donaciones y tratamientos con plasma en Santa Fe es el Cudaio, a través del Centro Regional de Hemoterapia de Rosario; y fueron taxativos al indicar que “solo los médicos designados para el ensayo pueden solicitar plasma al centro de hemoterapia, y decidir cuándo y a qué paciente se debe aplicar”, dejando en claro que el tratamiento “no lo puede decidir ni solicitar un paciente ni sus familiares porque el criterio de aplicación es complejo y excepcional, y corresponde al médico”.