La estadía del presidente
Mauricio Macri en Rosario sólo se extendió por un poco más de una hora y media. Además de encabezar el escueto acto protocolar en el
Monumento a la Bandera, el mandatario se hizo tiempo para visitar a una pareja emprendedora y antes pasó por un vivero donde compró una planta.
Leila Lombardo, una de las empleadas de "Isla verde", contó a La Capital como fue el encuentro con el presidente. "Lo atendimos entre los dos, con mi compañero Remo. No sabíamos nada, ninguno de los dos. Sí sucedió que el día anterior vinieron una chicas a hablar conmigo y me preguntaron si el local iba a estar abierto durante el feriado. Además un rato antes de que lleguen vimos movimiento de custodios en las esquinas. Pero no nos imaginábamos que iba a venir el presidente", detalló.
"Estuvo 15 minutos, fue un shock, quedamos encandilados. Entraron los dos y él nos dijo que buscaba una planta para regalarle a una vecina. Fue Juliana la que la eligió. Llevó un spatifilium, que es una planta de interior", relató.
"Macri nos preguntó como iban las ventas y respondí: 'Dicen que mejor que el año pasado'. Entonces él contestó: 'Dicen' '¿Quien dice?'. Ahí le expliqué que era empleada y que eso era lo que nos contaba el jefe, la persona que hace las cuentas", especificó Leila sobre el diálogo con el presidente para revelar que pagaron el importe y dejaron propina.
"También preguntó donde comprábamos las plantas. Le dijimos que recibíamos de Buenos Aires, y que a veces también se compraban en Concordia. En Rosario no hay muchos productores", señaló.
"No agregó más nada. Me escuchó. Me pareció un tipo correcto, respetuoso", agregó Leila para expresar que tiene una perspectiva positiva respecto al gobierno: "Si bien escucho a la gente acá en el negocio y sé que hay muchos problemas, estoy esperanzada".
La empleada de "Isla Verde" manifestó su emoción por la experiencia y admitió que le daba vergüenza pedir una foto. "Fue Remo el que salió con lo de la foto. Lo vivimos como una experiencia alucinante porque no lo podíamos creer. Muy loco que bajara el presidente del auto y entre, estábamos nerviosos, como shockeados. Más allá de lo que se diga, es el presidente, una personalidad".
A Juliana la describió como "muy natural, simpática, a veces puede pasar que alguien que tiene poder es soberbio, pero no fue el caso, muy amable y sencilla". Por último dio su impresión sobre lo que le dejó el presidente: "Lo miré a los ojos y me encandiló con sus ojos celestes, me pareció un buen tipo".