La reactivación del centro de aislamiento del hipódromo se pensó ante la eventual llegada de un nuevo rebrote de coronavirus. En él, alrededor de 60 trabajadores intervienen diariamente en el predio a la espera de personas que requieran el espacio para cursar el aislamiento, con la memoria activa de hace unos meses atrás y predispuestos para dar una mano frente a la estrategia pensada por la Municipalidad para no tener sorpresas si es que la curva diaria de casos confirmados sigue en ascenso.
Ante el aumento de casos de coronavirus en la ciudad, desde la Municipalidad reactivaron y readecuaron el centro de aislamiento del Hipódromo. Si bien afirmaron que las cifras no son críticas, la decisión se tomó por recomendación del Consejo de Gestión de Riesgo (CGR) ante la eventual necesidad de requerir las 600 plazas de capacidad con las que cuenta el predio para personas que deban aislarse pero que las condiciones de infraestructura de sus viviendas no les permitan realizar adecuadamente esta medida preventiva.
En la etapa anterior del centro de aislamiento, Dina Sinner (37) trabajó en la parte de "adentro", en la zona donde se alojan las personas aisladas. Regularmente, lo hace en el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rosario (Cemar), aunque esta ocasión especial la tiene abocada a la zona del hipódromo; esta vez, para la reactivación del centro de aislamiento del hipódromo fue designada como coordinadora de salud.
"La noticia (de la reactivación) nos sorprendió a todos porque la esperábamos, pero para más adelante, como a mitad de año y no ahora tan al principio", confió quien es licenciada en enfermería hace 15 años, y agregó: "Estuvimos trabajando hasta el último día de noviembre acá y no creíamos que solamente iba a pasar un mes, para que ya en enero nos llamen".
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Dina Sinner es la coordinadora de salud del centro de aislamiento.
Celina Mutti Lovera/La Capital
La premura por volver a habilitar uno de los centros de aislamiento fue también algo que destacaron desde la Municipalidad, para no verse sorprendidos en caso de que haya un rebrote de coronavirus. El secretario de Gobierno municipal, Gustavo Zignago, dijo a La Capital: "Resolvimos que todas las estrategias de cuidado previstas en los primeros diez meses de trabajo, debemos tenerlas operativas para ponerlas en ejecución, de ser necesario. Los números todavía no son tan críticos, pero estamos atravesando una situación de cifras crecientes y no queremos vernos sorprendidos".
Si bien Dina contó que aún no hay personas alojadas (el centro de aislamiento se reactivó el lunes), están con "tareas de logística, control de medicación y resposición de todos los insumos que se puedan utilizar en cualquier momento".
Predisposición
Justamente a cargo de la logística está Javier Ferrini (45), docente de primaria y, fuera de la pandemia, a cargo de la logística en el área de Deportes Federados de la Secretaría de Deporte y Turismo municipal. A pesar del cambio radical en el rubro, desde el primer momento tiró para adelante en el difícil contexto.
"Hay que estar predispuesto. Cuando me llamaron, no dudé. Para mí no fue tanto el cambio de trabajo", describe sobre su día a día, que arranca a las 8 y sigue cumpliendo funciones en el depósito, armando tápers con frazadas y sábanas limpias, además de packs higiénicos (que contienen jabón, dentífrico, cepillo de dientes y toallitas femeninas, entre otros elementos), para las personas que eventualmente deban alojarse en las próximas semanas.
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Javier Ferrini, encargado de logística del centro de aislamiento, junto a alguno de los tápers que preparan a diario.
Celina Mutti Lovera/La Capital
No solo deben encargarse de la limpieza y de realizar el seguimiento de la misma, sino que además son el nexo con la lavandería y están al tanto de cualquier desperfecto que pueda surgir en el predio.
"Cuando cerramos y dejamos activado una parte del centro por las dudas, era pensando en marzo o abril. Viendo las noticias, lo que está pasando y todo lo que se ha relajado la sociedad, era sabido que se podía adelantar", afirmó Javier, quien rescata que "el año pasado fue una experiencia muy buena que pasé, conocí mucha gente de otras áreas, se trabajó excelente. Gente comprometida, tirando todos para el mismo lado".
Sobre el punto del trabajo, Dina comentó: "Se trabajó bien. Había mucha demanda, más que nada en la parte social. Las personas requerían, más que medicación, alimentos, ropa, pañales. Todo fue bastante más asistencial. El hecho de no tener un ambiente donde aislarse en sus domicilios, venían a pasar el aislamiento con nosotros para no contagiar al resto de la familia".
Para finalizar, la enfermera pidió "que la gente siga cuidándose como en la primera parte (de la pandemia) y más también, para que no se vuelvan a colapsar los hospitales".