La Biblioteca Argentina comienza un proceso de transformación y renovación de sus instalaciones, junto con una "refundación" de la gestión basada en un esquema de "intercambio" que incluye más espacios para consulta y lectura, una sala de usos múltiples, sitios para investigadores, un café literario y tecnologías para aumentar los servicios y tener mayor proximidad con la comunidad. El proyecto, el más importante en el área cultural de los últimos años, demandará una inversión de 115 millones de pesos y está previsto que esté concretado en abril de 2019.
Con los trabajos en marcha, libros apilados y apenas con el salón histórico de la biblioteca abierto al público, la subsecretaria de Cultura municipal, Lila Siegrist, explicó ayer que la remodelación del ingreso a la biblioteca por calle Presidente Roca es una de las principales novedades del proyecto.
La obra plantea la reformulación del edificio en dos torres: una de cuatro pisos, que alojará salas de lectura, boxes para investigadores, salas de estudio y un salón de usos múltiples. La segunda torre contempla 7 pisos y recibirá la reserva de libros, hemeroteca y colecciones especiales.
En la planta baja del nuevo edificio funcionará un café literario y allí estarán los servicios de préstamos de libros. Habrá acceso gratuito a internet en todo el edificio.
Siegrist explicó que se tomaron como referencia las experiencias de la Biblioteca Central de Helsinki (Finlandia) y Mario de Andrade, la principal biblioteca pública de San Pablo (Brasil), las cuales fueron visitadas en julio del año pasado.
La funcionaria explicó que el proyecto sumará al edificio otros mil metros cuadrados a los 6.000 existentes de la Biblioteca Argentina, que este año cumplió 105 años y fue el inicio de un proceso que dio a luz los teatros El Círculo, Astengo y el Museo Castagnino.
Según describieron desde el Ejecutivo local, la restauración integral "mejorará la conexión por el pasaje Alvarez —y se restaurará la fachada original— para los más de 9 mil visitantes que cada mes solicitan el préstamo de parte del patrimonio de la Biblioteca Juan Alvarez".
También triplicará la capacidad de depósito actual, que dejará de estar en el subsuelo y estará a la vista del público. Se proyectó además mejores condiciones para la lectura y escritura digital.
Otro cambio sustancial es el traslado a la Biblioteca Argentina de la Hemeroteca, que será reubicada en una de las cuatro plantas del nuevo edificio. Siegrist explicó que están definiendo el "manual de uso" para la digitalización de las publicaciones que posee la hemeroteca.
La intendenta Mónica Fein remarcó la importancia de las obras de accesibilidad previstas para la hemeroteca, y la sala para personas no videntes, "que la hacen un lugar inclusivo, que tiene una larga historia y es una muy buena noticia poder anunciar hoy que vamos a ampliar y mejorar la Biblioteca Argentina".
El proyecto que comprende toda la transformación arquitectónica y modernización de la Biblioteca Argentina fue realizado por el área de Planificación de la Municipalidad y financiado por el gobierno provincial a través de la cartera de Obras Públicas.
Parte de la remodelación de la biblioteca está basada en poner en valor el patrimonio de libros —algunos datan del siglo XVII— que antes estaban fuera del alcance de los usuarios. Con los cambios estructurales y la reubicación de los distintos materiales de lectura, "tendrán un lugar de privilegio en todas las salas del edificio", señalaron.
La biblioteca cuenta con más de 200 mil libros y cada mes suma a su catálogo más material. Entre las publicaciones hay 2 mil que son de la Biblioteca de Autores Rosarinos (BAR), que funciona como memoria social, literaria y poética de la ciudad. El patrimonio de la biblioteca incluye impresiones en Braille y audiolibros del Servicio de Lectura Accesible y los textos escolares, juegos de mesa y libros de la Sala Infantil y Pedagógica.