La investigación por maltrato de género a cargo de la fiscal de la Unidad de Violencia contra la Mujer, María Teresa Granato, que apunta a un rugbier rosarino por haber golpeado a su novia, ayer tuvo novedades. Una de las más importantes fue que la funcionaria judicial decidió tomar declaración al personal de seguridad de las Torres Maui, uno de los complejos ubicados en Puerto Norte, donde ahora se sabe que ocurrieron los hechos. La medida se basa en que, según testimonios, el servicio de vigilancia tuvo que intervenir momentos después de que se produjera el episodio de violencia.
Entre las medidas ordenadas por la fiscalía a partir de la denuncia que radicó la víctima del hecho, una joven llamada María C., y que luego ratificó ante el Ministerio Público de la Acusación, figuran un informe médico, que promete estar listo hoy, y la citación de varios testigos.
Entre ellos figurarán empleados de la seguridad privada del complejo Maui, para lo cual Granato ya solicitó la nómina de todo el personal, y otro testigo aportado por la propia víctima, que fue citado "vía policial" y que, sin embargo, hasta ayer no se había podido contactar.
Sí fueron recepcionados los testimonios de otras dos personas, que según fuentes de la fiscalía "aportaron datos de interés para la causa".
Esa información "se mantiene en reserva", aclararon desde el ministerio público, por la "posible" audiencia imputativa en que se le achacaría el delito al presunto agresor, grabado y filmado con un teléfono celular por su novia en el exacto momento en que la estaba golpeando.
En el video, que se viralizó en todas las redes sociales y despertó una catarata de repudios, se escucha a la chica llorando y preguntando desesperada "¿qué te hice? ¿Yo qué te hice? ¿Cómo me vas pegar así?", a lo que Martín O. le responde con golpes y al grito de "tomátela, tomátela de acá, inmunda, no te quiero ver nunca más!".
Esas imágenes, así como fotografías que muestran algunos efectos de los golpes sobre el cuerpo de la chica, entre ellos un gran hematoma en su oreja izquierda, también fueron aportados ante la fiscalía a mediados de la semana pasada, varios días después de que la víctima se presentara ante el centro territorial de denuncias para reportar por primera vez la agresión.
El presidente de la UAR repudió la agresión
El titular de la Unión Argentina de Rugby (UAR), Carlos Araujo, no quiso quedarse al margen de las condenas que se multiplicaron viralmente por las redes sociales contra el jugador que golpeó a su novia, Martín O. "Es un cobarde, no un rugbier", afirmó el dirigente, en una frase que pareció a la vez querer "despegar" y "limpiar" el buen nombre y honor de ese deporte.
"Repudio y pido castigo para que aquella persona que agredió a su pareja; y si además juega al rugby, es evidente que no asimiló ninguna de todas las enseñanzas que te brinda ese deporte, básicamente dominar y orientar la fuerza para no dañar a nadie, menos a una mujer", señaló Araujo.
No obstante, destacó que "invariablemente que ocurre cualquier hecho protagonizado por alguna persona que juega o jugó al rugby, al responsable del hecho se lo adiciona esa condición de rugbier como una suerte de estigma o circunstancia agravante. Pasa lo mismo aun cuando es víctima (caso del homicidio de Mendoza). Parece que existe un regodeo en el periodismo de agregar al victimario o víctima el hecho de haber practicado el deporte".
"Obsérvese que nunca se hace alusión a los demás deportes, siendo que más del 90 por ciento practican o practicaron el fútbol; tampoco se alude al hockey, al boxeo, al básquetbol, tampoco al automovilismo, cuando se trata de un conductor que protagonizó un accidente por exceso de velocidad, siendo que este deporte es seguido mayoritariamente", consideró.
"Tampoco podría afirmarse que existe cierta envidia o resentimiento económico y social hacia los del rugby, porque es bien sabida la extracción humilde de muchos jugadores y de sus instituciones. Tan es así que hasta lo practican los presos, y lejos de hacerlos más violentos, se observan datos de recuperación que otros medios ni deportes obtienen", argumentó el presidente de la UAR.
A renglón seguido, el dirigente de la UAR remarcó: "Aflojemos con la estigmatización del deporte pero castiguemos, en todos los planos que correspondan, aún en el de la opinión pública, a aquellos que agreden a las mujeres cobardemente".