La tormenta de lluvia y viento que azotó a todo el sur provincial dejó su huella en Rosario. Defensa Civil tuvo que llevar bombas desagotadoras a unos seis barrios del noroeste de la ciudad por la acumulación de agua en zonas bajas. Además, durante toda la jornada de ayer se monitoreó la situación del Saladillo y el Ludueña, para anticiparse a las consecuencias que la acumulación de agua en las localidades del sur provincial podría llevar a los arroyos. En el centro de la ciudad, hubo prolongados cortes de luz producto del anegamiento de una decena de cámaras subterráneas y la salida del sistema de siete líneas de media tensión. (ver aparte)
De acuerdo a los registros de Defensa Civil, entre las últimas horas de Navidad y el mediodía de ayer, en Rosario cayeron 87 milímetros de lluvia. Fue un fenómeno "severo", según lo consideró el subdirector del organismo, Gonzalo Ratner. Sobre todo porque gran parte del aguacero se registró en un corto período de tiempo: entre las 0 y las 3 de ayer, las precipitaciones alcanzaron los 53 milímetros y el viento llegó a los 93 kilómetros por hora.
Como consecuencia, a la línea 103 llegaron cientos de llamados advirtiendo de zonas anegadas y árboles caídos. "Cayó mucha lluvia en un período de tiempo muy breve con lo cual se produjeron algunos anegamientos en zonas puntuales, como los alrededores de la Terminal de Omnibus", explicó Ratner y destacó que no se registraron inconvenientes en otras zonas como avenida Pellegrini, el túnel Celedonio Escalada o la zona del parque Independencia.
Según explicó el responsable de la central de emergencias, la mayoría de los reclamos llegaron desde el norte, el noroeste y el centro de la ciudad. Hubo unos 50 pedidos de auxilio por el derrumbe de árboles y ramas de gran porte en la vía pública y otra docena por la caída de columnas de la Empresa Provincial de la Energía (EPE).
Una de los casos más difíciles se vivió en barrio Unión, distrito norte de la ciudad. En pasaje Oriente al 1900 (a la altura de Superí al 2100) un árbol de gran porte se desplomó sobre un vehículo estacionado justo cuando su dueño estaba por ponerlo en marcha.
Personal del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies) llegaron alrededor de las 8 al lugar para asistir al conductor que "sufrió un traumatismo en el hombro", según apuntó ayer el titular del servicio de ambulancias, Hernán Pafundi.
El lesionado fue asistido por su ART, ya que al momento del siniestro estaba saliendo hacia su trabajo. El vehículo quedó completamente destruido.
Anegados
Aunque seguramente las situaciones más dramáticas tuvieron como escenario los barrios Antena (Calazans al 9 mil), Stella Maris (Schweitzer y Sarratea) o los asentamientos conocidos como La Bombacha (Génova al 8500) o La Cariñosa (Avellaneda y Uriburu) o Tupac Amaru y la vía del ferrocarril.
En esos lugares trabajaron durante gran parte de la mañana de ayer las bombas de extracción por la cantidad de agua acumulada en las zonas más bajas del barrio. Ratner explicó que durante la jornada se mantuvieron seis cuadrillas para estas tareas "que fueron variando de lugares para resolver las situaciones que se presentaron en los terrenos más deprimidos".
Asistencia
En esos lugares, agentes de la Secretaría de Desarrollo Social del municipio acompañaban a las familias damnificadas. Según voceros de la dependencia, se brindó asistencia a una decena de familias, en su mayoría de zona oeste.
Mientras tanto, la mayor atención estaba puesta en el monitoreo de los márgenes de los arroyos Saladillo y Ludueña. Sobre todo, previendo los efectos que la lluvia acumulada en gran parte de la región pudiera producir en estos causes de agua. Aunque al cierre de esta edición, la situación era estable y no presentaba complicaciones.