La Unión Tranviarios Automotor (UTA), gremio que agrupa a los choferes de ómnibus, lanzó una huelga de 24 horas para mañana que afectará al transporte de pasajeros de corta, media y larga distancia como consecuencia de la demorada firma de acuerdos paritarios. Pese a las diferencias que persisten con la conducción nacional, en la delegación Rosario del gremio deslizaron ayer a La Capital que adherirán a la medida de fuerza. Por su parte, las autoridades municipales aguardaban un anuncio oficial al respecto para establecer posibles estrategias frente al cese de actividades del servicio urbano.
"Ya lo decretamos (al paro). Comienza a la cero hora del miércoles (por mañana)". Concreto, el secretario general de la UTA a nivel nacional, Roberto Fernández, anunció la medida de fuerza convocada por los choferes de micros de corta, media y larga distancia de todo el país.
La acción gremial que paralizará el servicio se debe a las demoras en la firma de acuerdos de negociaciones paritarias que comenzaron en febrero pasado, donde los trabajadores reclamaron un 35 por ciento de incremento salarial.
Paralelamente, en Rosario se generaron dudas respecto de la concreción de la medida de fuerza, ya que la seccional del gremio al mando de Manuel Cornejo hasta anoche no había emitido un comunicado oficial al respecto. Instancia que potenció el desconcierto de los funcionarios municipales.
No obstante, fuentes gremiales irrefutables indicaron a este diario que, pese a las diferencias de larga data entre Cornejo y la conducción nacional de la UTA, los choferes de colectivo rosarinos irán al paro.
"Desde enero venimos hablamos con el sector empresario para advertirle que entrábamos en las paritarias de corta y larga distancia. Como ellos tienen un subsidio, nos dijeron: «¿por qué no nos dejan hablar con el gobierno para ver cómo encontramos la solución del nuevo aumento del salario y, de ese modo, poder solicitar una ayuda financiera y no subir las tarifas?». Hace meses que estamos discutiendo el tema y no aparece el subsidio ni nuestra plata", se quejó Fernández.
A su vez, la secretaria de Servicios Públicos municipal, Clara García, se mostró precavida y apeló a "esperar hasta mañana (por hoy)" para ver cómo se desarrolla el conflicto y dimensionar el efecto que pueda acarrear en Rosario.
"No tuvimos notificación oficial de parte del gremio de la concreción de la medida de fuerza. Entendemos que hasta mañana (por hoy) se pueden dar instancias de deliberaciones entre la Nación, los trabajadores y las empresas para destrabar el conflicto", se esperanzó la funcionaria.
Acerca de los porcentajes que reclaman los trabajadores, García indicó que las negociaciones están circunscriptas al ámbito nacional y que sus resultados luego se vuelcan a las ciudades del interior del país.
"Entiendo que esa cifra del 35 por ciento todavía no pudo ser discutida en una mesa oficial. Allí tendrán que sentarse las empresas, el Ministerio de Trabajo y el gremio", amplió.
Respecto del impacto que puede acarrear sobre el sistema la nueva escala salarial, García lo dejó supeditado a la percepción de los subsidios nacionales.
"Hasta el momento, Rosario recibe a razón de 2,70 pesos por pasaje, aproximadamente, que incluye gasoil, salarios y costos operativos. Si los subsidios suben de acuerdo a los sueldos, no tendría impacto en los costos", añadió.
Réplica. A su turno, el ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, hizo un llamado a la "racionalidad" y al "sentido común" de los dirigentes de la UTA.
Randazzo indicó que con este tipo de acciones se perjudica "sobre todo a los que menos tienen". Y mencionó el "esfuerzo" que realiza el Estado "con recursos" que destina al transporte público, instancia que "no tiene precedentes en la historia" del país.