Más que alarmante es la situación que atraviesan las orquestas y coros infanto juveniles de Santa Fe: no está asegurada su continuidad. Padres y docentes advierten que miles de chicos y jóvenes están en riesgo de perder un espacio de aprendizaje trascendental e inclusivo, que en muchos casos hasta le ha cambiado la cara al barrio donde funcionan. Los profesores que las integran son todos músicos, profesionales, graduados en la educación superior quienes piden junto a las familias que continúen estos programas socioeducativos. El reclamo ya está en la mesa de paritarias. Hoy, a las 10, convocaron a una conferencia de prensa en la sede de Amsafé Provincial, de Sarmiento 1158.
El trabajo de las diferentes orquestas y coros se concentra en los barrios, muchos periféricos, y reúnen a escuelas, familias y chicos de todas las edades. Depende del Programa Nacional de Coros y Orquestas del Bicentenario o bien de la Red de Escuelas Orquestas de Santa Fe. En cualquiera de los casos se trata de experiencias educativas a cargo de profesores que trabajan en condiciones laborales precarias. Por eso vienen exigiendo "estabilidad laboral y creación de cargos para garantizar mejores condiciones de trabajo; una definición urgente de la situación de los docentes contratados; la percepción de los haberes adeudados (de Nación o Provincia ninguno cobró su salario en el receso escolar de verano), además de discutir en el marco paritario la realidad de las orquestas y coros".
Tal como describe un grupo de docentes en charla con La Capital, en Santa Fe las orquestas que dependen de Nación son las rosarinas de los barrios Tablada y Triángulo, la de Granadero Baigorria y la de Las Parejas; y en algunos casos incluyen anexos creados para atender a más chicos, además de grupos de coros, como los que funcionan, por ejemplo, en Santa Fe, Santo Tomé, Reconquista y Tostado. También está la Red de 40 Escuelas Orquestas que el año pasado creó el Ministerio de Educación santafesino. "Algunas formadas con cuatro instrumentos", señalan sobre el panorama que atienden. En algunas experiencias el financiamiento para estas orquestas es compartido. Lo que hace más disímil el panorama laboral: algunos docentes cobran por la Provincia horas cátedra, otros son monotributistas de Nación. Es una realidad que permite que a igual trabajo el salario sea muy diferente y donde se profundiza la desigualdad en las condiciones de trabajo: "Para muchas no existen las licencias por enfermedad o maternidad".
Actualmente no se les ha renovado el contrato a quienes dependen de la Nación. Nadie descarta que la ola de despidos emprendida por el gobierno de Mauricio Macri alcance a estos programas educativos de gran impacto en la inclusión de la infancia y la juventud. En tanto que en la Provincia, según les explicaron a los docentes a través de un correo, "por un error en la carga, no cobraron los sueldos de enero", ahora prometidos por la jurisdicción para marzo.
En primera persona. Julia Martínez es contrabajista, graduada universitaria, enseñó en las orquestas de Tablada, de Baigorria y hasta diciembre lo hacía en la de barrio Triángulo (zona oeste). "Todos somos músicos, tenemos una formación académica y pedagógica", rescata sobre sus colegas. Centra su reclamo en la poca previsión del Estado santafesino, en haber creado 40 orquestas "en un año electoral (por 2015), sin fortalecer las que ya estaban trabajando".
También en Triángulo trabaja el profesor Leonardo Amoroso, quien asegura que si estas experiencias se sostienen es por "los pibes, los padres y los profesores". Considera que el objetivo principal de este reclamo es "la trascendencia del proyecto", que continúe más allá de quien gobierne.
Pablo Rodríguez y Darío Serpi son profesores en Tablada. Se suman para resaltar que en infinidad de oportunidades han pedido ser escuchados, pero siguen "sin información oficial de cómo continuarán las orquestas".
Analía Camiletti llegó a fines de 2012 a Las Parejas (a unos 90 km de Rosario), donde con un violín en la mano comenzó a formar la orquesta infantil. "Nunca dejaron de sumarse alumnos", expresa feliz de ese logro y abunda en detalles sobre cómo revolucionó a esa ciudad, acostumbrada sólo a las bandas de vientos, tener una orquesta y participar de una propuesta "por placer". Es otra de las orquestas en riesgo de desaparecer.
El secretario de Prensa de Amsafé Provincial, Javier Almirón, señala que la preocupación general ya está instalada en la agenda paritaria de Nación y Provincia, invitando a la convocatoria que hacen para mañana de la que participarán profesores, alumnos y padres.
Las madres. Un grupo de mamás también quiso dar su testimonio. Entre ellas están Liliana Alba, Vilma Echeverría y Laura Aguirre, con hijos que integran la orquesta de Tablada.
Orgullosas de este programa, defensoras del cambio que representó para el barrio la creación de la orquesta aseguran que los chicos allí no sólo aprenden música. Liliana destaca el valor educativo y de inclusión que tiene. Laura adhiere a esta expresión y agrega: "Mi hijo Pancho quería aprender guitarra, pero como este instrumento no estaba aprendió a tocar la trompeta. Pero en la orquesta no aprenden sólo música, sino a esperar cuando no alcanzan los instrumentos para todos, a compartir, el compañerismo. La orquesta siempre estuvo abierta a todos, sería una pena que no siga. Por eso vengo a apoyar a los profesores".
También Vilma encuentra logros que les permiten a los chicos pensarse desde lo colectivo y como ciudadanos, desde que el programa se instaló en el barrio (funciona en Alem y Gaboto): "A través de la orquesta, muchos niños empezaron a reconocerse, a reconocer el barrio, a nombrarse. Mi hijo Ciro, de 13 años, está orgulloso de ser de Tablada", remarcó.