Tras la ausencia total de control durante la manifestación del domingo pasado de simpatizantes de Rosario Central por la obtención de la Copa Argentina, que derivó en destrozos y pintadas sobre mobiliario urbano y frentes de inmuebles públicos y privados, desde el estadio auriazul hasta el Monumento Nacional a la Bandera, las autoridades de la entidad canalla "se comprometieron a colaborar y a solventar los costos" del operativo de limpieza. El mismo tuvo que implementarse desde ayer en esa extensa franja de la ciudad, que fue vandalizada por los hinchas.
Las escenas de violencia que surgieron desde la caravana auriazul provocaron la bronca y las quejas de los vecinos de todo ese extenso borde ribereño, desde el centro al norte, que sufrieron este tipo de daños y roturas sin ninguna intervención por parte de dependencias de control de la Municipalidad, ni tampoco de la policía.
Durante las últimas horas de esa tarde, exaltados agredieron la silueta urbana de la ciudad. Algunos arriba de motos, otros a pie, pero según la denuncia de los vecinos, no hubo agentes de control y seguridad que pudieran recomponer el orden habitual. "Parecía zona liberada", remarcaron habitantes de la zona de Wheelwright y Dorrego.
En este marco, dirigentes de Central se comunicaron ayer con referentes de la Municipalidad y les expresaron el compromiso canalla para colaborar en las tareas de limpieza, que empezaron luego de la lluvia.
En un comunicado, el Ejecutivo local confirmó que integrantes de la comisión directiva auriazul "se pusieron a disposición" para afrontar los trabajos de reparación y limpieza que deban realizarse en los lugares afectados.
En las primeras horas de ayer, el mismo presidente de Central, Rodolfo Di Pollina, lamentó lo sucedido: "Si bien no tenemos ninguna responsabilidad institucional, ni estuvimos en la organización, repudiamos todo lo que tiene que ver con este desorden de romper o atacar cosas que son públicas".
De esa postura, Di Pollina indicó que la idea es "colaborar en lo que sea necesario" con la Municipalidad.
"Institucionalmente no estuvimos en la organización de eso, pero es gente identificada con nuestros colores y nos corresponde acercarnos y hacernos cargo de parte de los destrozos", reconoció el directivo.
En tanto, frente a la gran cantidad de daños, desde la Dirección General de Higiene Urbana municipal pusieron a disposición de los vecinos afectados su línea telefónica 0800-444-3265, para quienes quieran realizar los reclamos correspondientes.
Escenas de caos
Así, el paso de la denominada "caravana del campeón" generó una escena de caos en varios puntos de la ciudad. Hubo desorden, colectivos tomados, pintadas y destrozos, que despertaron automáticamente el repudio de la ciudadanía y de los máximos directivos de Central, que anoche presenciaron en la localidad paraguaya de Luque el sorteo de la próxima edición de la Copa Libertadores.
"Nos enteramos del festejo y del vandalismo que se generó. Si bien nos pone muy contentos que la gente celebre el título, lo cierto es que no compartimos ni vamos a apañar eso de romper cosas en la vía pública y pintar monumentos históricos, que son patrimonio de todos los rosarinos", destacó ayer el presidente canalla en diálogo con el enviado de este diario a ese evento.
"Si bien esto no lo organizó el club, sí quiero destacar que repudiamos lo que sucedió. Entendemos a la gente que desee festejar, pero a la vez llamamos a la consciencia para que no vuelva a suceder", remarcó Di Pollina, desde el lobby del hotel Bourbon, donde se hospedan todos los directivos que llegaron para el sorteo copero.
El presidente canalla confió que "es un lástima, porque por un grupo de gente se generaliza a todos los demás. Y tengo entendido de que fueron muchas personas con familias hasta el Monumento". También dejó sentado que "ya hablamos con las distintas áreas del municipio para ofrecer la ayuda que corresponda. Vamos a colaborar en lo que podamos, y por eso nos pusimos a disposición", cerró Di Pollina.
