Por Claudio González
Un joven de 28 años que agredió salvajemente a su pareja y le provocó traumatismo de cráneo que la dejó en terapia intensiva tras golpearla contra una pared, pegarle culatazos de arma de fuego y dispararle, fue detenido el jueves e imputado por el delitos de lesiones graves dolosas agravadas por el vínculo y el contexto de violencia de género. Una jueza hizo lugar al encuadre del caso planteado por la Fiscalía y ordenó la prisión preventiva por 60 días.
Poco después del mediodía del 28 de mayo de 2018 la casa de barrio Cristalería, en Bello al 3000, se convirtió en un verdadero infierno para S., una joven de 26 años que convivía con Brian K. desde hacía unos seis años. La pareja, que tiene dos hijos pequeños de dos y cuatro años, ya había atravesado algunas peleas y discusiones por los celos del hombre.
Sin embargo ese día Brian se enfureció, pasó todos los límites. Según la investigación, estalló porque su compañera se había comprado un celular nuevo. "Lo tenés para llamar tus machos", le recriminó a ella, que quedó estupefacta ante semejante elucubración.
Eso dio paso a la inmediata y demencial conducta del joven. Primero la tomó del cuello, luego la empujó contra una pared y sacó un revólver que tenía en su cintura. Con la culata del arma le dio varios golpes en el rostro. Después efectuó un disparo que rebotó en el piso y de casualidad no impactó en S.
Delante de un hijo
La chica perdió la conciencia y cayó desmayada. Todo ocurrió ante los ojos del hijo de 4 años de la pareja. Mientras ella se desangraba inconsciente, Brian K. le dijo a sus suegros (vivían con ellos) que la hija se había descompuesto, y aprovechó para escapar cuando los padres de la víctima corrieron para asistirla y trasladarla al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde quedó internada en terapia intensiva por las múltiples lesiones.
Los médicos que asistieron a S. primero la estabilizaron y luego diagnosticaron diversas lesiones: traumatismo encéfalo craneal, fractura de temporal derecho, hemorragia intracraneal, fractura de pared interna de la órbita derecha, hematoma intraconal, y edemas en ambos párpados. La desfiguró.
Tras la salvaje y cruel agresión, la fiscal de la unidad de Violencia de Género, Luciana Vallarella, tomó intervención en el hecho y entrevistó a la víctima en el hospital. "Recordó hasta el momento que saca el arma y le pega en la cara. Pero por las heridas que tenía probablemente la siguió golpeando cuando cayó al piso desmayada", describió la funcionaria. En ese mismo la fiscal tramitó la orden de captura del agresor. Se realizaron varios allanamientos en días posteriores, pero Brian se esfumó.
Y bajo esa condición de prófugo permaneció durante casi quince meses a pesar de que se lo seguía buscando y se realizaron varios procedimientos con resultado negativo .
En la casa de los padres
Finalmente una situación casual selló su suerte. Fue hace una semana cuando su ex mujer pasó en un colectivo del transporte urbano y lo vio entrar en la casa de los padres. Entonces la joven notificó a la Fiscalía sobre ese posible paradero y de inmediato se instruyó a una brigada de la Policía de Investigaciones (PDI) para que allane el lugar. El agresor finalmente quedó detenido el jueves pasado en la vivienda apuntada. Y el viernes la fiscal lo llevó a la audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal (CJP).
Durante el trámite, la funcionaria exhibió las evidencias que sostienen la grave imputación. Además de las actuaciones policiales, se destaca el relato en cámara Gesell del hijo de la pareja que presenció el brutal ataque a su madre, las entrevistas a los padres de la víctima, a los médicos que la asistieron, informes médicos y las pericias de rigor.
La conducta de Brian K., de profesión changarín, sin ocupación actual y analfabeto, fue encuadrada como lesiones graves, agravadas por la relación preexistente y el contexto de violencia de género. La jueza de primera instancia Silvia Castelli convalidó la de la Fiscal imputación y dictó la prisión preventiva efectiva del agresor por el plazo de 60 días.