Un festejo a toda orquesta: familiares, amigos y los compañeros de la escuela secundaria, casi todos podría decirse. Es la historia de Beatriz Rasetti y Celso Dagnino, dos ex compañeros de la promoción 1962 de bachilleres comerciales del Superior de Comercio que se reencontraron 47 años después de graduados, empezaron a salir, al tiempo a convivir y hace unos días decidieron pasar por el Registro Civil. Y por la noche festejaron casamiento y bodas de oro de su egreso del colegio. Como para que la fiesta sea completa.
Beatriz es psicóloga y Celso especialista en informática. Ella asegura ser tímida y en la charla con LaCapital le recuerda a su ahora "legítimo" esposo": "Cuando éramos compañeros, nunca me invitaste a tomar un café... Pero no hubiera aceptado porque era muy tímida".
Su compañero trae algunos recuerdos de aquella relación de adolescentes y destaca que ambos eran "muy tímidos y las charlas tenían que ver con el estudio, los exámenes, todas cosas referidas a la escuela".
"Nunca una insinuación ni nada. Nos recibimos y con los años fueron apareciendo estas ganas de reencontrarnos con los ex compañeros. A mí la vida y mi profesión me alejaron de Rosario y estuve muchos años trabajando afuera de la ciudad", agrega.
En 2009, Celso se encontraba en Buenos Aires y entabló contacto con una ex compañera, quien le facilitó el mail de Beatriz.
"En realidad, no la tenía tan presente hasta que le escribí y ella me contestó. No nos habíamos dado cuenta, pero evidentemente algo había quedado pendiente entre nosotros. Tal es así que en 1997 estuvimos juntos en la fiesta por el centenario del Superior y compartimos la misma mesa. Ahí no hubo nada impactante", recuerda sobre su reencuentro
Mientras él debe finiquitar una serie de cuestiones laborales, Beatriz cuenta que están planeando un viajecito de unos días "que podría ser a Uruguay o a Pinamar, ya se verá".
En tanto, se toma unos instantes para recordar cómo se dio ese reencuentro con su antiguo compañero: "A partir de ese mail, él empezó un contacto más fluido. Nos seguimos escribiendo y después vino de visita varias veces. Entonces, empezamos a salir, más adelante a convivir y ahora decidimos formalizar".
Paso a paso. "Una no se propuso nada. No me planteé «me reencontré con esta persona, es la definitiva y me voy a casar». Todo se fue dando con el tiempo. Era importante la convivencia, porque uno no sabe cómo se va a llevar. Nos llevábamos muy bien a los 15, pero después cada uno tuvo su historia y no es fácil para dos personas empezar a convivir de grandes", detalla sobre cómo se fue consolidando la relación.
Asegura que vio muchas cosas en su pareja: "Es un buen compañero, muy solidario, muy continente, en lo bueno y en lo malo, está siempre al pie cada vez que uno necesita algo. Y, por supuesto, hay mucho afecto. Entonces, después de un tiempo de probar que la convivencia era tranquila, que realmente éramos compañeros, decidimos legalizar" .
Pura emoción. Por la mañana, el Registro Civil del Centro Municipal de Distrito (CMD) Centro fue el escenario elegido para que la pareja formalizara su compromiso.
A la tarde, las emociones continuaron en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad nacional de Rosario (UNR), donde los ex compañeros, como en los viejos tiempos, escucharon cómo antiguos celadores les tomaban lista de asistencia. Luego, los discursos de ocasión y una clase alusiva a cargo de los ex profesores Jorge Riestra y Rubén Perrune sellaron lo protocolar.
Por la noche, fiesta total. Beatriz y Celso se reunieron en un restaurante de Maipú al 1300 y festejaron por partida doble junto a los ex compañeros.
Hubo quienes llegaron desde Chile, Estados Unidos, Canadá y hasta Israel. Y quienes se reencontraron después de casi 50 años. Hubo risas y muchas lágrimas, los que se ven a menudo, el recuerdo de los que partieron, emociones cruzadas al por mayor.
Desde abril pasado, este grupo de ex compañeros se reúne en el bar El Cairo y siempre sale pulida y aceitada una nueva reunión.
Los "estudiantes" dicen que, evidentemente, el lazo afectivo formado es muy fuerte. Y si no, que lo cuenten Beatriz y Celso.
Como dijo el ex alumno del 5º año A Mario Aicardi: "Esto no termina acá, es imposible pararlo. No sé si vamos a llegar a festejar los 75 años, pero que esto sigue, no le queden dudas".
Una broma de Beatriz
Beatriz recordó una anécdota del secundario que la tuvo como protagonista: “Fue tremendo. A mí y a otra compañera, las dos muy tímidas, nos mandaron a tirar bombitas caseras fabricadas con espirales para los mosquitos, al baño de los varones. Claro, quién se iba a imaginar que semejante broma la podíamos hacer nosotras. Hubo suspensión colectiva, pero nadie dijo nada”, recordó la ex alumna del Superior.