El Sindicato de Cadetes denunció ayer la precariedad laboral en la que se encuentran los contratados por las empresas de cadetería que funcionan a través de aplicaciones para teléfonos celulares y "la mirada cómplice" tanto de la Municipalidad como del Ministerio de Trabajo, que "deja un vacío" ante esta situación. Así lo denunció el dirigente gremial de ese sector, Gustavo Yedros.
"Esas empresas son fantasmas en la ciudad, no tributan ni tienen habilitaciones", destacó Yedros y afirmó que el número de jóvenes que trabajan en esas condiciones "crece vertiginosamente al ritmo de la caída del empleo".
En tal sentido, señaló que desde fines del año pasado se cuadriplicó de 200 a 800 la cantidad de cadetes contratados en estas condiciones. El Sindicato de Cadetes se manifestó ayer frente al Hotel Howard Jonshon, donde la firma Glovo estaba capacitando a parte de su personal.
"Basta de precarización laboral", "Fuera Glovo" y "Glovo explotador" se observó inscripto en las banderas que los cadetes que trabajan a través de servicios de cadetería regulados por ordenanza municipal, levantaron frente al hotel céntrico.
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Italia al 1100. El Sindicato de Cadetes protestó frente a las oficinas de Glovo.
Foto: La Capital / Marcelo Bustamante.
"El problema es que no tenemos dónde ir, porque estas empresas son fantasmas, no tienen oficinas ni lugares donde trabajen sus empleados, que son tal aunque ellos digan que no hay relación laboral y lo llamen «asociativismo colaborativo», que no es más que trabajo en negro y precarización", insistió Yedros.
"A estos cadetes se los ve en las plazas y los espacios públicos, porque no tienen ni un lugar dónde resguardarse ni guarecerse los días de lluvia", afirmó y señaló que "tampoco cuentan con ningún tipo de seguro ni cobertura médica en caso de sufrir algún accidente, situación médica o incluso robos en los horarios laborales".
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Los cadetes reunidos hoy en Italia al 1100, donde funciona Glovo.
Foto: Marcelo Bustamante / La Capital
Yedros subrayó que entre los cadetes que trabajan para estas empresas "hay mucha rotación, pero la cantidad de gente que trabaja allí crece al ritmo del desempleo y de la necesidad de la gente que necesita llegar a fin de mes y busca tener un ingreso extra".
El gremialista indicó que las firmas no sólo no están habilitadas, sino que además no tributan, "cuando cualquier quiosco o verdulería tiene que pagar sus impuestos. Las enormes cajas con las que circulan los pibes en bicicleta son una publicidad gratuita y desregulada que llevan adelante en la ciudad también sin aportar un sólo peso".
Apuntó que "el Estado debe controlar" esta situación. "La Municipalidad y Ministerio de Trabajo de la provincia son cómplices de la situación de vacío y desregulación en la que nos encontramos", dijo y señaló que en el Concejo Municipal "hay varios proyectos y pedidos de informe para regular el tema, pero parece que están todos guardados en un cajón".