A horas de que el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, desembarque en Rosario por expreso pedido de los taxistas ante la ola de inseguridad que los golpea, otro trabajador del sector fue asaltado y terminó chocando contra un poste en una vereda. Esta vez, el tachero no resultó herido pero los delincuentes le sacaron toda la recaudación.
El hecho, uno más en la eterna seguidilla de robos que debe soportar el sector, sucedió durante las primeras horas del domingo en la zona oeste.
Todo comenzó en Córdoba y Larrea, cuando el taxi que conducía Oscar, un trabajador de 56 años, se detuvo ante las señas que le hacían dos hombres y una mujer. Una vez arriba de la unidad, el trío pidió ser conducido a la zona oeste. Al llegar a la intersección de Juan B. Justo y Olmos, lo que parecía un viaje más se convirtió de golpe en un asalto.
La mujer descendió del vehículo y sin mediar palabra le anunció al tachero que estaba siendo víctima de un robo, y casi al mismo tiempo, los dos sujetos se abalanzaron sobre él y comenzó el forcejeo.
Oscar apretó el acelerador y el auto salió bruscamente sin dirección, se subió a la vereda, reventó un neumático e impactó contra un cartel. Todavía aturdido por el golpe, el taxista no tuvo reacción y no pudo evitar el rápido accionar de los maleantes, que se alzaron con los 1.100 pesos que el conductor tenía en la billetera y escaparon del lugar sin dejar rastros.
Por razones de jurisdicción intervino personal de la comisaría 17ª.
El asalto se suma a la seguidilla de hechos que viene padeciendo el sector y que motivaron una acalorada reunión el jueves pasado que terminó generando el anuncio de la llegada del secretario de Seguridad de la Nación y un probable refuerzo de Gendarmería en las calles rosarinas.
El cónclave había congregado en la sede local de la Unión Obrera Metalúrgica a más de 50 representantes gremiales seriamente preocupados por la inseguridad que golpea a todos los sectores.
En la reunión, el sindicato que nuclea a los taxistas había fogoneado la idea de lanzar un paro general por la inseguridad, lo que se convertiría en un hecho inédito para la ciudad. No obstante, esa moción quedó en suspenso hasta ver qué anuncio podría traer mañana Berni.
Algo es seguro, en pleno sprint final por la campaña presidencial, el excéntrico secretario de Seguridad se encargó de recalentar los ánimos políticos antes de llegar a Rosario.
“Vamos a hacer todo lo posible para que esta ciudad deje de estar en la tapa de los diarios”, había remarcado el funcionario al tiempo que señaló que Rosario “sigue siendo la ciudad más violenta del país”. Declaraciones que rápidamente fueron cruzadas por la intendenta Mónica Fein.
“Berni nos tiene acostumbrados a estas declaraciones. Es muy fácil a una ciudad que trabaja mucho, ponerla como un mal ejemplo. La verdad es que el mal ejemplo es el país, que no tiene datos de violencia y de seguridad. Y me parece que ese es el desafío en el que tendría que avanzar el Ministerio de Seguridad, porque cuando uno ve que en una ciudad como Mar del Plata ya asesinaron a cuatro taxistas en lo que va del año, se da cuenta de que no es un problema de Rosario. Y a eso, Berni lo sabe”, cuestionó.
A renglón seguido, la jefa comunal había destacado que los rosarinos “tenemos que ocupar las calles, salir todos juntos y con más fuerza para ganarles la calle a los pocos violentos y demostrar que Nación, provincia y municipio, junto a los sindicatos, podemos superar la violencia. Desde mi punto de vista, muy respetuoso, creo no es un buen mensaje que parar sea el camino”, remarcó.
La Legislatura apura la incorporación de policías
En medio del debate por la inseguridad y en la misma semana en la que el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, llegará a la ciudad, la Legislatura santafesina intentará sancionar este jueves la ley de emergencia en seguridad, lo que le permitirá incorporar 3 mil nuevos policías, de los cuales 1.600 estarían en condiciones de patrullar las calles en el primer semestre de 2016. De ese total, se estima que un 40 por ciento corresponderían a Rosario. La movida es impulsada por el vicegobernador, Jorge Henn, quien aspira a que los legisladores le den finalmente el visto bueno este jueves. “Reconocemos que hay cosas que no están bien, más allá de los índices”, había señalado hace unos días Henn en clara referencia a los indicadores que mostró el propio gobernador, Antonio Bonfatti, que señalaban una merma en la cantidad de homicidios a nivel provincial. Esas cifras provocaron un gran cimbronazo en el seno mismo del Partido Socialista, ya que el gobernador electo, Miguel Lifschitz, se despegó de la cuestión y remarcó que en cuestión de seguridad “queda mucho por hacer”. Igual camino había tomado la intendenta Mónica Fein. Más allá de estos chisporroteos políticos, Henn había destacado que “las reformas policiales siempre son incompletas por naturaleza, porque siempre hay más por hacer. Nuestro aporte han sido los ascensos por concurso y las nuevas dependencias policiales, pero quizás no alcance y seguramente el nuevo gobernador profundizará algunas líneas y cambiará otras”. Por su parte, horas antes de su llegada a la ciudad, Berni les anticipó a los rosarinos: “No tengan dudas de que vamos a reunirnos con los compañeros trabajadores, con la provincia y buscaremos la mejor solución dentro de la administración de los recursos que tenemos. Y si necesitamos llevar algunos refuerzos más, no tengan dudas de que lo vamos a hacer”. La idea de los gremios y del municipio es que el Estado nacional destine a la ciudad unos 2 mil gendarmes. Mañana se sabrá si eso es posible.