Artistas rosarinos de diferentes disciplinas se nuclearon a partir de convocatorias espontáneas surgidas tras las últimas restricciones impuestas por el gobierno de Santa Fe y van camino a constituir una inédita multisectorial en defensa de su trabajo y sus derechos. Actores, actrices, músicos, artistas visuales, bailarinas y bailarines, artesanos, gestores, payasos, cantantes que se desempeñan ya sea en la ópera o en la calle, todos buscan visibilizarse como artífices de la cultura de Rosario que tanto enorgullece a propios y ajenos, pero sobre todo en su calidad de trabajadores que necesitan respuestas urgentes de las autoridades municipales y provinciales en un contexto de pandemia.
Justo cuando empezaba a regir la suspensión de actividades decretada por el gobernador Omar Perotti para frenar el impacto de la segunda ola de coronavirus un mensaje por la red social Instagram y otro por WhatsApp derivó en que se encontraran 15 artistas el viernes pasado en la plaza San Martín. Este lunes ya eran más de cien en una asamblea virtual que duró tres horas y dejó gente afuera porque la plataforma elegida para la reunión tiene un límite de participantes. En 48 horas se sumaron decenas de personas más a través de mensajería y redes. En este momento se ultima un documento colaborativo que resume los reclamos e inquietudes del nuevo espacio, entre los que sobresale la posibilidad de organizarse más allá de las disciplinas que cultivan y de los colectivos preexistentes, así como la gestión de políticas públicas de contingencia y de fondo.
En la multitudinaria asamblea se escucharon palabras como “emergencia”, “crisis” e “incertidumbre”, esta última multiplicada porque no se sabe cuál es el alcance de las restricciones. Por lo pronto, están planteadas entre el 23 de abril y el 2 de mayo e incluyen la suspensión de “la actividad de salas y complejos cinematográficos; la realización de eventos culturales y recreativos relacionados con la actividad teatral y música en vivo que impliquen concurrencia de personas, tanto al aire libre como en teatros, centros culturales y otros lugares cerrados; la actividad de artistas en los bares y restaurantes; la actividad artística y artesanal a cielo abierto, en plazas, parques y paseos”, según la normativa.
Cientos de personas que se dedican al arte en Rosario reaccionaron frente a estas definiciones. “Sentimos que son injustas para nuestro sector, la indignación nos llevó a organizarnos”, dijo la actriz Mayra Sánchez, una de las moderadoras del encuentro virtual del lunes. “Vengo de las artes escénicas y el año pasado fuimos los primeros en cerrar y los últimos en abrir; no ha habido contagios en las obras porque trabajamos con protocolos, con aforos y los espectadores permanecen con barbijos. Hasta las funciones al aire libre fueron suspendidas”, agregó.
“No estamos desestimando la crisis sanitaria, lo que señalamos es la asimetría de las disposiciones de la provincia respecto de las restricciones porque si estamos en una crisis debemos cerrar todo en todo caso para distender la situación de los trabajadores de la salud”, continuó Sánchez. “Pensamos que debe haber políticas públicas transitorias, algún apoyo o acompañamiento, porque ni siquiera se pueden hacer ferias en los espacios públicos”, se quejó.
En ese sentido Nahuel Frete, quien se define como artista contemporáneo, además de gestor, y participa de la Agrupación de Artistas de Rosario (AAR), se mostró preocupado por artesanos, artistas callejeros y feriantes en particular. “No todo puede hacerse de manera virtual, la gente directamente queda en banda y no hay respuesta ni planificación de las autoridades para la comunidad artística”, planteó. El colectivo que integra nació el año pasado al calor de la primera cuarentena y nuclea a trabajadores de las artes visuales, escénicas y musicales de la ciudad, además de gestores, y tiene vínculo con otras agrupaciones a nivel nacional, de las provincias de Córdoba, Tucumán y Buenos Aires.
“Deben tomarse medidas urgentes: estamos en emergencia cultural desde hace tiempo y la pandemia agrava nuestra situación”, advirtió el joven en aras de resumir el espíritu de la asamblea multisectorial.
“Somos muchas las personas que sostenemos la cultura de la ciudad que tanto se realza, que se toma como algo positivo y característico cuando se dice que Rosario es un semillero de artistas, que se destaca en términos turísticos, que enorgullece a la política y a la ciudadanía”, intervino Mayra Sánchez. “Necesitamos visibilizarnos y reconocernos como trabajadores, que se valore nuestro aporte no como meros instrumentos de entretenimiento o cosas utilitarias para que la gente venga a vernos cuando está aburrida”, completó la actriz. El desafío ahora, dijo, es encauzar la novedosa movida de quienes venían actuando gremialmente desde sus disciplinas artísticas particulares en acciones concretas y comunes a todos los artífices de la cultura rosarina.