La nueva multisectorial de trabajadores de la cultura de Rosario emitió un documento fundacional en el que reclama la “emergencia cultural” y plantea una serie de reivindicaciones, en el marco de la suspensión de actividades para el sector. En tanto desde las áreas de Cultura de la Municipalidad y de la provincia trascendió que llevan adelante por estos días reuniones con referentes de distintos colectivos y disciplinas artísticas “para escucharlos y ver alternativas”. La semana que viene habría anuncios sobre medidas en ese sentido, que se estima tendrán la forma de líneas de subsidios.
El apoyo económico a quienes no pueden trabajar por el parate que impone la cuarentena sanitaria es uno de los puntos del reclamo de la multisectorial, que volverá a reunirse este lunes de manera virtual. Por lo pronto el documento que se difundió esta mañana fue suscripto por 30 organizaciones que nuclean a cantantes y músicos de distintos géneros (lírica, folclore, groove), payasos, muralistas, actores, poetas, performers, músicos, gestores, artesanos y espacios independientes donde las obras se presentan, como peñas y centros culturales. Además hay artistas visuales y callejeros, feriantes, compositores, fotógrafos; también representantes de otros oficios que intervienen en el montaje de una puesta (como escenógrafos y sonidistas).
Frente al estado de emergencia cultural que exponen, la propuesta es que se apruebe una ley capaz de contemplar políticas y gestiones públicas que sobre todo atienda a los sectores más vulnerados y marginados (por cierto la Cámara de Diputados le dio media sanción el año pasado a un proyecto de la diputada del PS Lionella Cattalini). En la inmediatez, solicitan que fluyan subsidios para paliar la situación de cientos de trabajadores y sus familias, y que se abonen los trabajos ya efectuados y facturados -algunos de larga data- a la Municipalidad y a la provincia.
Otro punto consensuado entre los cientos de personas que se ven afectadas por las restricciones, las cuales en principio rigen hasta el 2 de mayo pero podrían extenderse por lo menos hasta el 21, en consonancia con lo anunciado este viernes por el presidente Alberto Fernández, es la reapertura de los lugares de trabajo con aplicación de protocolos sanitarios y la liberación de espacios públicos para el desenvolvimiento de las presentaciones autogestivas.
“Eso que llaman amor al arte, es trabajo no pago. Por esto les trabajadores de la cultura y las artes nos unimos reclamando nuestro reconocimiento como sector productivo”, destacaron. Se sienten discriminados porque hay actividades religiosas o deportivas que continúan habilitadas, explican, y optan por desmarcarse del concepto de cultura como algo accesorio o meramente vinculado al ocio. En vísperas de otra conmemoración del 1º de mayo, afirman: “Les artistas somos trabajadores: aportamos a la construcción simbólica de nuestra sociedad y nuestra historia; imaginamos y comunicamos otras formas de hacer mundo y relatarlo, creamos nuevas narraciones con cada realidad que transitamos”.
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La unión de los distintos sectores -algunos ya organizados previamente en torno a sus disciplinas particulares- se dio de forma espontánea tras el último anuncio del gobernador Omar Perotti, que comenzó a regir el 23 de abril y obligó incluso a suspender funciones ya programadas. Una primera reunión de 15 personas en la plaza San Martín derivó en una asamblea virtual que superó las expectativas en cuanto a cantidad de asistentes (más de cien). La agitación sigue por redes sociales, donde se expresa no sólo el malestar sino la movilización de los artistas, más allá de géneros y especificidades.
Por estos días funcionarios de las carteras conducidas por Dante Taparelli, al frente de la Secretaría de Cultura de la gestión de Pablo Javkin, y por Jorge Llonch, a cargo del Ministerio de Cultura de Santa Fe, se reúnen con artistas y representantes de colectivos culturales a los fines de encontrar alternativas, dejaron trascender desde las áreas respectivas. Los anuncios llegarán la semana entrante, luego de que se defina además cómo se adapta Santa Fe a las disposiciones nacionales para frenar la segunda ola, en un marco de aumento constante de los contagios de coronavirus.
