"Por la noche, será una linterna en la barranca". Así definió el decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Adolfo Del Río, al edificio que ya se está construyendo enclavado en la barranca frente al río Paraná y que cambiará la fisonomía del acceso sur en la avenida de Circunvalación: Son más de 3 mil metros cuadrados de aulas y otros espacios, el llamado "Aulario", que darán respuesta a las necesidades de dos de las principales unidades académicas que funcionan en el Centro Universitario Rosario (CUR) como son Arquitectura y Ciencia Política. La obra, que comenzó en estas últimas semanas con la nivelación del terreno, estará terminada para mediados del 2020 y tiene un presupuesto de poco más de 160 millones de pesos. Una inversión que está llevando adelante la Universidad con fondos propios y que los decanos de ambas facultades (además de Del Río, Franco Bartolacci) destacaron como "una de las obras centrales" de la UNR en el marco de un contexto de escasez de recursos. Y la primera de "espacio compartido" entre dos casas de estudio.
Tras años de gestiones y con un proyecto de la Secretaría de Política Edilicia, la licitación de los trabajos se lanzó en mayo de 2018 y sobre el final del año se iniciaron los trabajos. "Se arrancó con la nivelación del terreno y ya se están haciendo las fundaciones", detalló el decano de Arquitectura, sobre la postal de las maquinarias que pueden verse desde el acceso sur de la ciudad, frente a la zona portuaria, donde se trabaja en plena barranca.
El Aulario —al que se accederá desde las calles internas de La Siberia— estará construido en una única planta de 3.500 metros cuadrados, y promete una terraza verde de 130 metros de largo por 25 de ancho. Lo fundamental, indicó Del Río, es que "desde los espacios abiertos del CUR y las dos facultades no se pierda la vista que hoy hay hacia el río, por eso el proyecto se presenta semienterrado en la barranca y su techo se propone como terraza, un espacio verde más para las facultades".
Además de destacar "el impacto positivo" que tendrá en el paisaje (Bartolacci señaló que "no quita metros a espacios deportivos y recreativos del predio"), ambos decanos destacaron el hecho de que se tratará de un espacio compartido por dos unidades académicas. Una forma de responder a las necesidades específicas de cada una, pero como un espacio común que permitirá "el intercambio cotidiano", indicó Del Río. De hecho, lo llamó "un edificio precursor".
"La idea de integrar facultades, de compartir intervenciones, estrategias e iniciativas es un desafío presente y futuro para la Universidad, que debe atravesar a mi juicio tanto la planificación edilicia como la académica", señaló el decano de Ciencia Política antes de definir a la intervención: "Es la más importante en nuestra facultad en los últimos 20 años".
Asimétricos
Si bien el edificio será común a las dos casas de estudio, cada espacio responderá a las necesidades y especificidades de cada una. Son más de mil metros cuadrados para cada facultad, con un patio común y un hall de ingreso compartido. El área de Arquitectura estará hacia el sur y la parte de Ciencia Política hacia el norte, respetando la disposición de los edificios ya existentes.
"En el caso nuestro se planteó fundamentalmente la necesidad de aulas talleres, grandes lugares donde coexistan unos 300 alumnos, y aulas pequeñas de reuniones de cátedra y de corrección", señaló el decano de Arquitectura.
En Ciencia Política, los requerimientos fueron otros. "Una obra que, junto al nuevo espacio del Instituto de Investigaciones que ya inauguramos en lo que fueron los andenes del ferrocarril, nos permitirá dar respuesta estructural y definitiva al crecimiento exponencial de actividades académicas, de investigación y extensión que experimentamos en la última década", explicó Bartolaci, y detalló que "se sumarán salones, espacios para consultas y exámenes, y un auditorio".
Si bien la inflación obligará a la actualización de los presupuestos, la obra fue licitada con un monto oficial de 164 millones de pesos y es financiada por la propia UNR. "Es muy importante que se haya garantizado el inicio y desarrollo de la obra con fondos propios de nuestra Universidad, en virtud de lo planificado en los últimos proyectos de presupuesto y más aún en este contexto", consideró Bartolacci, en tanto, Del Río, opinó que "es la obra más importante de la Universidad conjuntamente con el comedor universitario del área Salud".