Ayer comenzó a dictarse formalmente "El aborto como problema de salud", una materia optativa que ya se cursa dentro de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y que desató una gran polémica cuando se decidió su incorporación. En la tarde de ayer, los 80 alumnos permitidos completaron el cupo previsto, y una gran cantidad de estudiantes, de cuarto y quinto años, que estaban interesados, tuvieron que anotarse en lista de espera, y dejaron sus direcciones de correo electrónico para tratar de aprovechar si se produce alguna vacante más adelante. La respuesta a la convocatoria institucional fue contundente.
Más allá de la trascendencia mediática y de los contrapuntos que generó esta implementación curricular, lo cierto es que ayer no hubo manifestaciones opositoras a esta iniciativa, y todo transcurrió bajo la cotidianidad en la sede de esta universidad. Las únicas expresiones fueron a favor, y se hicieron sentir antes de que comenzara la clase, alrededor de las 18.
Hubo una gran bandera verde que rezaba "Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, Rosario", y que fue exhibida por mujeres que llevaban pañuelos del mismo color, en las escalinatas de la facultad, minutos antes de la exposición inicial que se realizó en el Anfiteatro Central "Che Guevara".
A pesar de la concurrencia masiva que generó la materia, no se colocó una pantalla de retransmisión en otro sector del edificio. Y, por decisión del equipo que dicta la cátedra, llamativamente tampoco se permitió el ingreso de la prensa (había medios locales y nacionales) al lugar de la charla. Una determinación que no comulga con la intención de apertura y de consideración social que reclama esta temática.
"Para la facultad significa poner en blanco, sobre el papel, algunas cuestiones muy importantes que están pasando hoy, todos los días, en cada uno de los centros de salud de la región. La idea es brindar un marco teórico para los estudiantes. En otras materias, también se da el tema, pero las situaciones que se viven son muy graves, muy comunes, muy duras, y los futuros profesionales tienen que saber trabajar sobre esta problemática", remarcó ayer la vicedecana de la facultad, Alejandra Chervo.
"Es la primera en el país que lo encara de esta manera. Es algo histórico y ha causado mucho más revuelo del que imaginábamos. Nos sorprendió mucho la repercusión, y en algún sentido nos sobrepasó", confesó la directiva ante La Capital.
Y aclaró: "Queremos recalcar que esto no representa una cuestión de valores. Sabemos que causa resistencia en algunos sectores sociales, pero nosotros pensamos que las mujeres son las que mejor conocen estas situaciones. Por supuesto que hay una cuestión de creencia, pero esa no es nuestra intención. No queremos avasallar sobre las cuestiones de conciencia".
Decisión unánime
Vale recordar que la decisión unánime del Consejo Directivo de la casa de altos estudios de incorporar esta temática dentro de la currícula oficial de formación de grado se tomó en mayo de este año, y provocó agitados contrapuntos alrededor de todo el país. Sin embargo, la universidad siguió adelante con su firme determinación, que se apoyó en carácter autónomo.
La materia corresponde a una de las 50 electivas que ofrece la facultad, está a cargo de docentes relacionados con la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, y ubica además a la UNR, como la institución pionera en el país en abordar esta problemática del aborto dentro del programa oficial de un modo integral.
La misma es de carácter opcional, semestral y se cursa una vez por semana.