En un país netamente productor de alimentos como Argentina la información meteorológica debería ser prioridad tanto para los tomadores de decisiones políticas como para los productores agropecuarios, un camino al que todavía le queda largo trecho por recorrer. Así lo expresó Celeste Saulo, directora del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y vicepresidenta de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), quien agregó que Argentina "es económicamente muy vulnerable al clima".
"La meteorología podría contribuir positiva o negativamente con 3.500 millones de dólares por año, que es lo que se puede ganar o perder según el clima en producción agrícola. Pero muchas veces la inversión en información se deja para otro momento" dijo la científica, que estuvo hace algunas semanas en la ciudad para participar del Congreso Nacional de Meteorología.
—¿Sobre cuáles ejes se debate sobre el clima en Argentina?
—El problema del cambio climático lo tenemos sobre la cabeza y se expresa en tormentas y fenómenos severos que ocurren y generan daños. Un tema sobre el cual nos tenemos que concentrar es en tener la capacidad para medir todas las variables que definen el estado del clima en un lugar. Y medir no es algo que sea un impulso de un día, requiere un comportamiento, un protocolo y una continuidad. Debemos medir con continuidad y robustez tratando que esos datos contribuyan a un bien social mayor.
—¿Cómo se logra eso?
—Hay que construir redes y dejar de trabajar de manera estancada o compartimentada. A partir de allí el conocimiento científico se tiene que poner al servicio de interpretar esos datos y luego hacer de esa información compleja algo que el ciudadano de a pie o la población vulnerable y también los expertos puedan tomar. Debemos generar información accesible y comprensible que llegue a tiempo para la toma de decisiones. Hablamos de efectividad en el sentido de llegar en tiempo y forma, porque un pronóstico tardío puede ser hermoso pero no sirve.
—¿Existe buena conexión con los tomadores de decisiones, o sea con la política?
—Falta todavía, debemos hacernos cargo que no supimos comunicar o algo nos falta en nuestra capacidad para comunicar la importancia del clima. No podemos hablar de objetivos de desarrollo sustentable y no fortalecer al servicio meteorológico. No podemos hablar de energías renovables y no fortalecer al SMN, que es el que tiene que medir y pronosticar dónde habrá más viento o insolación. Hay una dificultad de la sociedad para conectar el sistema con los actores que inciden sobre ese sistema. A eso hay que laburarlo desde la academia, con los políticos y con los medios, porque el clima es cada vez más preponderante y se mete en un montón de problemáticas. Es una variable que no puede quedar excluida nunca.
—¿Se cae a veces en un discurso apocalíptico cuando se habla de clima?
—Como todo objeto de difusión a veces entra en el terreno de lo espectacular y puede llegar a lo amarillo, pero no hace tanto daño si se puede dar a la meteorología el valor que tiene. Podemos darle una vuelta de rosca positiva y decir que al menos se habla del tema. Lo que falta es citar las fuentes, porque si es el SMN el que genera los productos y otros lo toman se debe citar la fuente. Si no nos alejan de los usuarios y perdemos visibilidad.
—¿Al ser un país productor de alimentos Argentina es particularmente vulnerable al clima?
—Argentina es económicamente muy muy vulnerable a este clima cambiante. Hay estudios hechos en Estados Unidos _que tiene una economía más diversificada_ que dicen que la meteorología puede modular el 12% de la ganancia o la pérdida en la agricultura. Si pensamos que Argentina tiene una producción mucho más primarizada esa cifra sube todavía más. Si bien acá no hay estudios de esa magnitud, si lo extrapolamos la meteorología podría contribuir positiva o negativamente con 3.500 millones de dólares por año. Eso es lo que se puede ganar o perder según el clima en producción agrícola por sequía o inundación. Es muchísimo dinero que tiene que ver con que la meteorología se inserte o no de lleno en el engranaje productivo. Si se mete de lleno no tenés porqué tener esa pérdida, que se puede convertir en ganancia.
—¿Entiende eso el productor agrícola?
—El productor todavía es reticente, hay algo en el imaginario popular que hace que prefieran invertir en el tractor, la información no se ve. Mi percepción es que prefieren ir al fierro, da más seguridad eso y la inversión en información siempre se deja para otro momento. Creo que ahí cometemos un error, es todo un desafío convencerlos.