Los cuatro hermanos de barrio Acíndar que habían quedado sin familia tras las muerte de su madre encontraron a sus tres padres biológicos. Igual, por al menos unas semanas más, los menores seguirán alojados en una residencia oficial bajo un régimen de protección excepcional supervisado por la Dirección de Niñez. "La idea es que sea un proceso pausado, no traumático, ya que se trata de figuras paternas que no estuvieron presentes durante años y ahora aparecen en escena", explicó la titular del área en Rosario, Fabiola Piemonte.
El caso, difundido a principios de mes, había generado una explosión de solidaridad entre los rosarinos. Sólo en una jornada una decena de familias se ofreció albergar a los cuatro hermanos: una adolescente que tiene 13 años y cursa un embarazo avanzado, dos nenes de 8 y 3 años y el bebé de menos de un mes.
Desde que la situación se viralizó en las redes sociales y tomó estado público por los medios, la Dirección de Niñez recibió numerosas consultas. Y visitas de actores directamente involucrados.
En pocos días aparecieron los tres padres biológicos de los hermanos: el progenitor de las dos mayores, y los otros dos, responsables del menor de 3 años y del bebé.
"Los tres padres mostraron una clara voluntad de vinculación con sus hijos, pero el procedimiento no es sencillo y nos vamos a tomar el tiempo que sea necesario junto a la Justicia para definirlo", agregó Piemonte.
La responsable local de la Dirección provincial de la Niñez remarcó que los menores continuarán alojados todos juntos en una residencia en la zona sur hasta que se resuelva la situación.
"Seguirán todos —continuó—bajo un régimen supervisado que se fijó hace unas semanas por 30 días con opción a prorrogarlo por más jornadas, si fuese necesario, teniendo en cuenta la complejidad del asunto".
El padre de los dos hermanos mayores fue reconocido por la chica de 13 años que está cursando la semana 35 de embarazo. Los equipos interdisciplinarios focalizaron en ella el diálogo, por ser la más grande y la que ejerce liderazgo sobre los otros.
Piemonte destacó que la situación requiere de "mucha paciencia, cautela y cuidados sobre los chicos, ya que se han encontrado con una figura paterna que no estuvo presente mucho tiempo".
"La idea es que sea un proceso pausado, no traumático para ninguno de los niños y tampoco para los padres. Nos tomaremos junto a la Justicia el tiempo que sea necesario", abundó.
La funcionaria provincial confirmó que "por ahora han quedado en suspenso los procedimientos iniciados con las familias solidarias que se habían acercado para hacerse cargo del cuidado de los menores".
De todos modos, como hay otros niños en la provincia en condiciones de ser alojados con esos fines, se mantuvo el contacto con esas parejas, a quienes se las interiorizó sobre otras situaciones.
Tal como establece la normativa vigente, la Dirección de Niñez apostó de entrada a familias solidarias para que se hicieran cargo de los cuatro hermanos y dejó como segunda opción declararlos en estado de adoptabilidad.
Ahora la prioridad son los padres biológicos de las criaturas, con los resguardos psicosociales que aportarán los equipos que asesoran a la Dirección de Niñez.
En Santa Fe hay 700 niños, niñas y adolescentes que viven separados de su familia de origen y están a cargo del Estado, bajo medidas de resguardo. De ese total, cerca de 200 se encuentran en estado de adoptabilidad.
Sin embargo, según admitió Piemonte, la mayoría tienen edad avanzada y eso complica la situación, ya que los aspirantes a adoptar buscan niños de la primera infancia. El Registro Unico de Aspirantes a Guarda con fines Adoptivos (Ruaga) tiene más de mil inscriptos.