Ante la crisis del transporte público en la ciudad, tanto de taxis como de colectivos, concejales de la oposición buscan reflotar un proyecto de ordenanza que reglamentaría el funcionamiento de aplicaciones para el transporte privado, como es el caso de Uber.
En abril de este año, las concejalas Renata Ghilotti y Germana Figueroa Casas (Juntos por el Cambio) presentaron proyectos de ordenanzas para que los rosarinos puedan utilizar el servicio de transporte privado de forma legal, a través de aplicaciones que se descargan en el celular. Tanto el oficialismo como el peronismo se opusieron a la propuesta.
El tema fue debatido en abril en la comisión de Servicios Públicos, pero no logró consenso por parte de los ediles, a la par del aumento del malestar en las cámaras que aglutinan a los taxistas.
Sin embargo, la creciente falta de taxis, sobre todo durante las horas de la noche, y la baja frecuencia de colectivos reavivó el debate, y Ghilotti solicitó que se vuelva a discutir, en la comisión de Servicios Públicos, aquella ordenanza presentada en abril.
“El lunes vamos a volver a debatir el proyecto en la comisión de Servicios Públicos y esperamos lograr un consenso”, confirmó la concejala.
Y el mismo día, mientras los ediles debatan esta ordenanza, el Sindicato de Peones de Taxis realizará una protesta para manifestar su oposición a Uber, entre otras cuestiones (ver aparte).
En tanto, desde las cámaras de taxistas manifestaron que Uber es “competencia desleal y sinónimo de precarización laboral”.
Sin embargo, el debate no se puede eludir ya que la misma secretaria de Transporte del municipio, Eva Jokanovich, reconoció este martes que durante la noche apenas trabaja “un tercio de los taxis” que deberían estar en la calle.
La inseguridad y la tarifa tan desactualizada son los principales argumentos que esgrimen los taxistas a la hora de no cumplir tareas durante el horario nocturno.
En medio de este debate, Ghilotti volvió a la carga para que se discuta la posibilidad de que empiece a funcionar de forma legal otro sistema de traslado de un punto a otro de la ciudad. Porque, más allá de la oposición, la realidad es que Uber nunca dejó de moverse por la ciudad.
Puntos a debatir
El proyecto de ordenanza pretende regular la prestación y contratación del “Servicio de transporte privado de personas independiente a través de aplicaciones”.
Se trata de la creación de una ordenanza que indica que el servicio “será prestado a los usuarios por conductores independientes en vehículos que se encuentren registrados ante la plataforma. Dichos vehículos no deberán ni necesitarán estar sujetos al otorgamiento de una concesión, permiso o autorización, pues es un servicio privado”, indica la letra de la normativa.
En cuanto a los conductores, detalla que podrán prestar el servicio únicamente cuando existan solicitudes que hayan sido aceptadas a través de la aplicación, por lo que se prohíbe expresamente la toma de viajes mediante otras modalidades. O sea que no se podrá parar un Uber en la calle.
Los usuarios que requieran un vehículo a través de la app deberán estar previamente registrados en la aplicación que intermedia digitalmente el servicio de transporte privado.
Los vehículos
Todos los vehículos que presten el servicio de transporte privado deberán cumplir con los requisitos establecidos por la misma plataforma, además de reunir características, como poseer cuatro puertas de acceso y baúl; aire acondicionado; cinturones de seguridad para todos los pasajeros; airbags de aire delanteros; y no tener más de siete años de antigüedad, además de contar con seguro vigente de responsabilidad civil, que cubra al conductor, a los usuarios y a terceros.
A su vez, las empresas prestadoras del servicio deberán contar con permiso o habilitación municipal, que se obtendrá tras un pedido formulado a la autoridad de aplicación y también abonarán una tasa municipal.
En materia de tarifas, deberán estar a disposición del usuario a través de la aplicación, para saber cuánto costará el viaje antes de hacerlo.