Fernando es vecino del barrio y dueño de la casa donde trabajaba
el arquitecto Sandro Procopio cuando fue asesinado a fines de agosto. En contacto con "
El primero de la mañana" de
La Ocho, dijo que lo que se vive en el barrio "son hechos de robos cada vez más violentos, seguidos y en un radio muy cercano a la comisaría".
"El trato que hay en la comisaría (13ª) es pésimo, por lo general hay una sola persona, no te dan mucha bola y es ir a perder el tiempo porque no van a tener una respuesta. Por eso pedimos la reunión con la Comisión de Seguridad", declaró.
Contó además que en la zona "no hay ni un sólo comercio ni vecino que no haya sufrido un hecho de robo en la familia" y que se vive "una ausencia muy grande de la policía". "Eso lo vemos los vecinos y lo ven los delincuentes, entonces ante esa ausencia los vecinos nos metemos cada vez más adentro y los delincuentes avanzan cada vez más, porque saben que no hay presencia policial".