Según trascendió hoy, tres fueron los allanamientos realizados el viernes pasado por la Dirección de Asuntos Internos y la Secretaría de Control de las Fuerzas de Seguridad: uno en la oficina del Cuerpo de Guardia de Infantería (Jefatura) —donde prestaba servicios el suboficial investigado—, otro en la Unidad Especial de Seguridad Rural (su nuevo destino), y otro en su casa particular. En los operativos se secuestraron carpetas y documentos. Al frente de las investigaciones se encuentra la fiscal Karina Bartocci, de la oficina de Violencia y Corrupción Institucional.
El fraude en la orden de servicio de policía excepcional (ospe) —horas extras— era cometido contra empresas o espacios públicos. Los efectivos cobraban horas extras que en realidad no realizaban o cumplían a medias. Trascendió que una importante empresa del Cordón Industrial contrató a 10 policías como adicionales, de los cuales iban 2. A los que iban el subjefe les pedía la mitad de lo que les pagaban, y a los ocho restantes el 75 por ciento de lo acordado por el trabajo no realizado.