Tras el temporal del domingo a la noche, que perjudicó a centenares de familias en Nuevo Alberdi y Mendoza al 9000, se puso nuevamente en agenda la realización de obras hídricas imprescindibles para que gran parte de la zona noroeste rosarina no quede bajo agua. Ayer se confirmó que la primera etapa del Aliviador 3, que permitirá mejorar el escurrimiento aguas abajo del arroyo Ludueña, arrancará recién en noviembre próximo, pese a que fue adjudicada por la provincia en enero pasado a la contratista Edeca-Obring. La obra, anhelada y varias veces reclamada por los vecinos de Empalme Graneros, comenzará con nueve meses de demora y tiene cuatro años de ejecución, con casi 100 millones de pesos de presupuesto.
Rosario volvió a sacudirse con el temporal del domingo. Más de cien milímetros en cuatro horas provocaron un considerable caudal de agua de lluvia que escurrió rápidamente desde los loteos de Funes y Roldán hacia el canal Salvat, que desbordó y anegó la zona rural de Nuevo Alberdi y Mendoza al 9000.
El efecto devastador del agua volvió a desnudar una problemática social que impacta sobre los mismos sectores de bajos recursos que ahora sufren el efecto doble del cambio climático y la velocidad de descarga pluvial provocada por la impermeabilización de zonas rurales linderas al casco urbano.
El secretario de Aguas santafesino, Fernando Mussi, defendió las obras realizadas en el arroyo Ludueña y el Ibarlucea "sin provocar ningún problema sobre Nuevo Alberdi oeste y barrio Cristalería".
Además, se animó a vaticinar que, sin el dragado de la desembocadura del Ludueña, la limpieza de los tubos y la canalización del Ibarlucea, el efecto de la tormenta hubiese sido "catastrófico".
El funcionario también le puso fecha al comienzo de la obra del Aliviador 3, adjudicada en enero a la Unión Transitoria de Empresas (UTE) Obring-Edeca, bajo una inversión de 88 millones de pesos. "Estamos arrancándola el 15 de noviembre, a más tardar, con cuatro años de plazo de obra", precisó Mussi. Un lapso de nueve meses entre adjudicación y puesta en marcha.
En la vecinal Empalme Graneros las críticas no se hicieron esperar.
Su titular, Osvaldo Ortolani, disparó: "Nos engañaron. Un año y medio para llamar a licitación, seis meses para abrir los sobres y otros seis para publicarlo. Dijeron que el obrador arrancaba en agosto, después en septiembre y ahora en noviembre", bramó el ex edil justicialista.
El plan contempla una embocadura en el Ludueña, aguas abajo del puente de la avenida Sorrento, un conducto principal por esa arteria (hacia el este) de 2.300 metros y la descarga en el Ludueña en el tramo comprendido entre los puentes de calle Nansen y la avenida Eduardo Carrasco.