Al final, el Concejo prorrogó por sólo tres meses el contrato del sistema de estacionamiento medido en la última sesión del año del cuerpo. La oposición se negó ayer a extender el contrato con la firma Tránsito Rosario hasta 2019 como pretendía la intendenta Mónica Fein. La razón esgrimida por la mayoría de las bancadas fue que no tuvieron tiempo material para analizar el mensaje del Ejecutivo que ingresó el martes pasado al Palacio Vasallo. “Fue la única solución posible que encontramos para evitar un mal mayor”, resumió el jefe de la bancada socialista, Horacio Ghirardi.
El asunto se discutió de manera intensa y prolongada en la reunión de Labor Parlamentaria, donde asisten los presidentes de los 18 bloques que tiene desde la semana pasada el atomizado nuevo Concejo de la ciudad.
Como el mensaje de la Intendencia llegó al Palacio Vasallo esta semana no tuvo tiempo de debatirse en las comisiones de Servicios Públicos, Gobierno y Presupuesto.
El oficialismo intentó, sin éxito, obtener los votos de una mayoría calificada (19 ediles, dos tercios del cuerpo) para tratar sobre tablas en el recinto la propuesta del Ejecutivo.
El Frente Progresista forzó esta jugada ya que el contrato de concesión vence el próximo 19 de enero, cuando los concejales se encuentran en pleno receso legislativo. Y la de ayer era la última sesión del año.
Pero se topó con una mayoritaria negativa del arco opositor para convalidar la extensión del contrato. El argumento esgrimido por muchos flamantes concejales, que asumieron la semana pasada, fue que no habían tenido tiempo material para analizar el informe remitido por la Secretaría de Transporte y Movilidad sobre el cumplimiento del pliego en materia de inversiones y fiscalización del estacionamiento medido.
Para evitar un decreto de la Intendencia que prorrogue el vínculo por tres años, el oficialismo accedió a un plan alternativo, presentado por el edil Carlos Cossia: postergar por tres meses el actual vínculo y debatir en marzo la extensión contractual.
“La verdad es que fue la única solución posible que encontramos, basada en el compromiso de todos los bloques de analizar el tema apenas se retome la actividad en el Concejo después del receso”, planteó Ghirardi.
El jefe de la bancada socialista reconoció que la resolución ayer aprobada en el recinto “no es la ideal, porque si se sancionaba la prórroga tal cual la planteó el Ejecutivo el concesionario se comprometía a efectuar fuertes inversiones para mejorar el servicio”.
De acuerdo al texto, Tránsito Rosario iba a invertir en tres años unos 21 millones de pesos en renovación de grúas, adquisición de parquímetros portátiles personales, señalización y máquinas tickeadoras.
“No conseguimos los votos para lograr la mayoría calificada que hacía falta y para evitar un mal mayor se acordó esta solución intermedia”, agregó Ghirardi, quien admitió que hasta marzo el servicio se prestará con cierta precariedad por el exiguo plazo acordado por los ediles para que opere la firma concesionaria.
Desde el Ejecutivo también lamentaron el traspié en el nuevo Concejo, pero aclararon que el servicio no se deteriorará.