Las autoridades del Islas Malvinas saben del reclamo histórico de los rosarinos, un pedido a viva voz que, no obstante, nunca había podido concretarse y que comenzó a plasmarse a partir del crecimiento de vuelos y pasajeros en el aeropuerto de Fisherton.
En todo el mundo, antes de la introducción de las pasarelas, era normal que los pasajeros embarcaran en la aeronave caminando sobre la plataforma y subiendo luego por una escalera móvil, método de acceso al avión que todavía es utilizado en muchos aeropuertos, como el de Rosario, donde escasearon los avances técnicos y tecnológicos durante décadas.
"Sabemos que las mangas no son la prioridad, hay muchas cosas importantes que ya se están haciendo, pero aportan a la calidad del servicio", sostuvo el presidente del directorio del aeropuerto, Matías Galíndez, en diálogo con La Capital. Serán cuatro mangas en una primera etapa.
El funcionario remarcó que "es necesario tener en cuenta que las obras del nuevo edificio ya comenzaron" en la primera semana de noviembre último, con tareas preliminares como obradores y otras acciones.
Así, con la puesta en marcha de estas tareas, el AIR cambió radicalmente su fisionomía para dar lugar a un amplio cerco que delimita el sector donde se emplazará el nuevo edificio, de 11.500 metros cuadrados para la atención exclusiva de vuelos internacionales.
Paralelamente, las obras están hoy focalizadas en la ampliación de la playa de estacionamiento, que tendrá un nuevo sector que se adicionará al parking actual e incorporará 135 boxes.
El resto de los trabajos está en la zona operativa de la plataforma de aeronaves, donde se reconstruirán las calles de circulación y se establecerán los núcleos que oficiarán de nexo entre las mangas y el edificio.
"Se edificarán dos núcleos; cada uno abastecerá a dos mangas y se conectará con la nueva terminal a través de tres puentes que permitirán efectuar embarques y arribos simultáneos, flexibilizando la operatoria y el flujo de los pasajeros" expresó Galíndez.
Cada núcleo contará con ascensores y escaleras mecánicas, lo que permitirá atender a los aviones que se estacionen en posiciones remotas para que sus pasajeros sean trasladados hasta allí con el objetivo de ingresar o salir del edificio de manera más cómoda y segura.
"Mientras tanto, en la zona donde se radicará el nuevo edificio se están efectuando desmontajes y demoliciones en pos de preparar el terreno donde cobrará altura la nueva aeroestación, avanzando con el proyecto ejecutivo y la ingeniería de este edificio de vanguardia, futuro emblema de la región" concluyó Galíndez.
Además, con una inversión de 10 millones de dólares, YPF lleva a cabo la construcción de su nueva aeroplanta (para carga de combustible), que permitirá abastecer a las máquinas con nueva tecnología y la suficiente autonomía.
Superficie
Con un presupuesto oficial de 946 millones de pesos, el gobernador Miguel Lifschitz adjudicó la obra de la nueva terminal a la UTE conformada por las empresas Edeca, Pecam y Dinale el pasado 5 de noviembre. En esta etapa, la nueva edificación atenderá las necesidades de hasta un 1.500.000 pasajeros y, una vez finalizada en su totalidad, el edificio contará con una superficie de 30.000 metros cuadrados, para 3.000.000 de pasajeros anuales.