Ahora, no se sabe cuándo debutará el nuevo sistema de transporte de la ciudad

En los pasillos del Palacio de los Leones lo que predomina es el desconcierto. Días atrás, la gestión que encabeza Mónica Fein logró adjudicar el nuevo sistema de transporte tras prolongadas dilaciones. Sin embargo, aquel acto administrativo quedó ahora en medio de la nebulosa de las medidas lanzadas por el gobierno de Cambiemos.

"No sabemos todavía el verdadero alcance de las medidas. Nadie en Buenos Aires atiende el teléfono, ningún referente local tiene información precisa y todo está en veremos", confió un funcionario municipal.

Las dudas que hay en la Intendencia son varias. ¿Desde cuándo regirá la quita de subsidios nacionales al transporte que anunció el ministro de Economía, Nicolás Dujovne? ¿Se hará a través de un decreto presidencial o se someterá a discusión legislativa en el Congreso? ¿El paquete de aportes federales al transporte que se recortan, incluye las partidas de la tarjeta Sube?

Las respuestas que lleguen desde la Casa Rosada a esas inquietudes serán clave para los planes de movilidad que trazó el Ejecutivo para lo que resta de la gestión de Fein.

"No es lo mismo que el recorte sea ya o que entre en vigencia en 2019, ya que de ser de aplicación inmediata traerá enormes dificultades para el financiamiento en los próximos días", apuntaron.

Poda millonaria

El cálculo que ya difundieron desde la Secretaría de Transporte y Movilidad municipal es que la eliminación total de los subsidios nacionales al transporte implicará una poda de 80 millones de pesos mensuales al sistema público local. Unos 8 pesos por viaje, que se recarga a los $16,80 que paga desde el domingo cada pasajero.

De concretarse recién en 2019 el recorte macrista, el impacto recaerá de lleno sobre el nuevo sistema proyectado para el año próximo, tras la adjudicación que se firmó la semana pasada.

"El nuevo sistema se adjudicó con una estructura de costos que incluía determinados subsidios nacionales que ahora, de un día para el otro, se eliminan de manera unilateral. El impacto para inversiones millonarias que se deben hacer es tremendo", admitieron en el municipio.

El otro gran interrogante que dejaron las medidas lanzadas por Cambiemos el lunes gira en torno a la llegada de los beneficios de la tarjeta Sube a los pasajeros rosarinos.

Se estima que ese plástico podría beneficiar hasta 380 mil rosarinos, quienes pagarían sólo el 45 por ciento de la tarifa básica de los colectivos urbanos, ya que el resto lo cubriría la Nación con subsidios.

La cifra se nutre de unos 200 mil jubilados, otros 157 mil beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), 10 mil jóvenes del programa Progresar y unas 11 mil pensiones no contributivas.

El ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, había anunciado que la tarjeta iba a estar operativa hacia fines de año en la ciudad. De hecho, semanas atrás se adquirieron las nuevas máquinas canceladoras que deben colocarse en los colectivos.

"Pero ahora nadie sabe si el paquete transporte que se va a recortar drásticamente desde la Nación incluye las partidas asignadas a la tarjeta Sube, que también son subsidios nacionales al sistema que actualmente perciben los pasajeros de Capital Federal, Buenos Aires y algunas otras ciudades del interior del país", alertaron fuentes municipales.