El Aeropuerto Internacional Islas Malvinas estrenó finalmente las obras de reparación de una de las dos calles que unen la pista con la plataforma donde se estacionan los aviones. Las grietas y fisuras que salpicaban esta arteria obligaba a remolcar los aviones, generando demoras, inconvenientes e incluso desvíos de vuelos en las últimas semanas. Las tareas de mantenimiento de las instalaciones continuarán hasta marzo, pero sin afectar la operatividad de la terminal aérea.
Las autoridades de la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) habilitaron el sábado pasado el uso de la calle de rodaje Bravo, donde habían comenzado las obras de reparación encaradas para evitar la clausura de la pista.
Las grietas y fisuras de esta arteria obligaba a remolcar los aviones con un tractor, pero la semana pasada el vehículo se averió y causó demoras y desvíos de vuelos. Es más, hace unos quince días, un avión no pudo despegar porque se adhirió asfalto al tren de aterrizaje.
Los trabajos sobre calle Bravo comenzaron el miércoles pasado y se extendieron hasta el viernes. Con el visto bueno del organismo nacional, ahora seguirán las tareas de mantenimiento en otros sectores del aeropuerto de Fisherton.
Las obras se extenderán durante todo el verano. Sin embargo, aclararon desde el directorio de la aeroestación, no afectarán la operatividad del aeropuerto.
Por sectores
La tarea se adjudicó a la firma Obring que el miércoles montó su obrador en la aeroestación. Se trata de un contrato abierto para intervenir en la reparación de griestas y fisuras en unos 380 metros lineales, además de la colocación de un tratamiento bituminoso reforzado en la calle de rodaje alfa.
Las averías en las dos calles de rodaje del aeropuerto comenzaron a hacerse visibles ni bien se inició la temporada de verano y se incrementaron los vuelos en la terminal de Fisherton. Entonces, empezaron a detectarse problemas en sectores que se habían sometido a tareas de mantenimiento a mediados de este año
En las últimas semanas, las autoridades de la terminal aérea decidieron abrir una auditoría técnica y legal para determinar si este rápido deterioro está relacionado con defectos en la realización de los trabajos anteriores. Y, en forma paralela, un sumario interno para determinar si la fiscalización de las obras se hizo en forma correcta.
Los trabajos de mantenimiento de las calles de rodaje se realizaron entre julio y agosto pasados. La tarea tuvo un costo de dos millones y medio de pesos solventado por con el presupuesto del aeropuerto.
Para la realización de las reparaciones se armó una licitación que se adjudicó a Milisenda, una firma de la ciudad.