En Rosario, tres de cada diez escuelas no tienen sus baños en condiciones, acarrean problemas con el suministro de agua potable o con los desagües cloacales. Así lo indica un informe realizado por el Fondo de Asistencia Educativa (FAE) que relevó el estado de los 350 edificios de escuelas públicas de Rosario. El dato llega en medio del reclamo de grupos de padres de alumnos de los últimos ciclos de la educación primaria y secundaria para retomar las clases presenciales, suspendidas al inicio de la pandemia de coronavirus.
Este martes, 56 escuelas de parajes rurales del norte y centro santafesino comenzarán las clases. Pero la ministra de Educación de la provincia, Adriana Cantero, señaló que en el sur provincial aún "no estamos en condiciones de la vuelta a las escuelas" por la alta cantidad de contagios y la tensión del sistema sanitario, que complican la habilitación de nuevas actividades.
Sí, en cambio, podrán volver a las clases presenciales aquellas zonas rurales donde hay nulos o pocos casos de Covid-19. Se trata de 33 distritos (parajes o pueblos), que suman 56 establecimientos en donde estudian 780 alumnos, quienes podrán volver a las aulas después de que se suspendieran las clases el pasado 14 de marzo para prevenir contagios de coronavirus.
En Rosario, el FAE continúa el trabajo de relevamiento sobre las condiciones de los edificios escolares y, sobre todo, las condiciones relacionadas con la prevención de contagios de coronavirus. Se trata de unos 350 edificios donde funcionan distintas escuelas públicas de nivel inicial, primarias, secundarias e institutos terciarios. El trabajo se lleva a cabo junto a las directoras de las escuelas visitadas y el responsable de los diferentes distritos, según en qué zona de la ciudad esté ubicada la escuela.
Las inspecciones sacan a la luz gran cantidad de problemas en aulas y espacios comunes, muchos de ellos anteriores a la pandemia. Se detectó que más del 30% de los establecimientos escolares públicos presentan inconvenientes: en este marco, son necesarias obras -readecuación de núcleos sanitarios, soluciones en las instalaciones tanto de agua como de electricidad y actualización de instalaciones de desagües cloacales- para volver a la actividad.
También se detectan, en las recorridas por las escuelas emplazadas sobre todo en zonas periféricas, problemas de presión de agua y otras anomalías. Y gran cantidad de inconvenientes relacionados con robos o hechos de vandalismo que afectan las instalaciones escolares.
Desde el FAE destacan que cuando se detectan robos o daños, se pone en práctica todo un protocolo de intervención para solucionar los problemas derivados por esos hechos. En muchos de estos casos, se trabaja en forma conjunta con distintas áreas del Gobierno provincial.
También se mantienen en vigencia los cronogramas referidos a tareas de desmalezado, desinfección, desratización y limpieza de tanques de agua, entre otros, para evitar la propagación de algunas enfermedades que pueden derivarse por la falta de esos trabajos.