Por Eugenia Langone
A la espera
En los centros de salud, tanto de los barrios como del centro, e incluso en los hospitales, la situación de faltante se traduce en niños que llevan meses esperando para inocularse y vacunatorios que van recibiendo partidas escasas, apenas una veintena de dosis por vez, que duran poco.
Así lo confirmó la ministra de Salud y explicó que en lo que va de 2019 se recibió "apenas el 25 por ciento de la cantidad de vacunas que estaban previstas". Además, señaló que la distribución es a cuentagotas y en pequeñas cantidades "intentando que haya al menos algunas dosis en cada barrio".
Los riesgos
Las vacunas contra el meningococo, el rotavirus y la triple celular, que es obligatoria para las embarazadas para evitar la tos convulsa, son las que principalmente están en falta. La que está escaseando hace ya tiempo es fundamentalmente la que previene la meningitis, y tal es la situación que la funcionaria provincial recordó que a lo largo de 2018 Nación envió la mitad de las dosis necesarias , lo que complica el inicio de este 2019 y atrasa los calendarios de vacunación de muchos niños. Una situación que se traduce en la posibilidad de enfermarse.
"La población fue postergando su vacunación y, con este panorama, se suman este año chicos con el esquema de vacunación incompleto", dijo antes de agregar: "Las vacunas sirven para proteger a los niños y si no están disponibles en el momento y se posterga la aplicación, no se puede evitar el riesgo de enfermarse".
Más aún, explicó que no se trata sólo de los niños no vacunados. "Cuando se retrasa la vacunación, el riesgo se incrementa para esos niños, pero indirectamente también para el resto porque la vacuna permite bajar la carga de las enfermedades".