"En materia de tránsito, Rosario está experimentando un fenómeno mundial. Está viviendo un crecimiento enorme del parque automotor y por eso hay que pensar obras a corto y largo plazo". Fabián Pons, gerente general del Centro de Experimentación y Seguridad Vial de Argentina (Cesvi), encuadró así la situación de congestión vehicular que aqueja a la ciudad en algunas zonas y horarios. Para el especialista, "sin infraestructura no se solucionará el problema" y por eso recomendó invertir en estacionamientos públicos o cocheras subterráneas, como las que analiza el municipio y que ya tuvieron su primer revés en el Concejo.
Mientras tanto, y en una ciudad donde el tránsito parece ingobernable, ya hay quienes piensan medidas alternativas para paliar la situación. Así, en edificios del macrocentro se empezaron a instalar dispositivos que permiten estacionar un vehículo sobre otro (ver página 4).
Otra alternativa son las playas bajo tierra. La iniciativa de construir un estacionamiento debajo de la plaza San Martín había llegado a la Municipalidad de la mano de dos empresas privadas, una local y una española, que proponían construir entre 470 y 825 plazas subterráneas. La Intendencia giró el tema al Concejo, pero allí la oposición planteó sus reparos y por estos días el proyecto se está rediseñando.
Paralelamente, para hacerle frente a la saturación que se da en horarios pico en el área central, la administración Fein pisó el acelerador a fondo para comenzar en breve con la utilización de carriles exclusivos para taxis y colectivos. El fenómeno también se expresa en las dificultades para estacionar y el aumento del costo de las cocheras, que levantaron sus precios hasta un 25 por ciento a lo largo del año pasado.
"La lógica indica que estos inconvenientes van a suceder y empeorar. Si no se genera una mayor cantidad de cocheras, si empieza a haber familias con dos o tres autos y lugar para guardar uno solo, el problema va a recrudecer", presagió Pons.
Esta situación no es privativa de Rosario y se replica en otras grandes ciudades del país. Para el especialista en seguridad vial, está ligada a un crecimiento del parque automotor de entre un 6 y un 7 por ciento anual.
"Hay que pensar obras a largo plazo, porque autos se venden todos los días y en Argentina se planea producir un millón de unidades en 2012", dijo el ingeniero del Cesvi, una empresa conformada por compañías de seguros que se dedica a la investigación del mercado automotriz y la seguridad vial.
La experiencia europea. El especialista sostiene que la saturación vehicular es un problema a abordar desde el sector público "como pasó en todas las ciudades de Europa, donde debieron realizar obras de infraestructura. Los municipios comenzaron a disponer de estacionamiento público céntrico o debajo de la plaza, donde no había problemas sobre a quién pertenecía el terreno".
Las cocheras subterráneas, señaló, "han dado buenos resultados en ciudades como Buenos Aires, Madrid y Londres" y brindan un aporte "si se realizan de una manera inteligente", recalcó.
Otra alternativa que se implmentó en países europeos fue destinar el dinero del estacionamiento medido a "financiar obras de infraestructura a nivel local, entonces la gente paga sabiendo a dónde va el dinero y no pensando que es algo meramente recaudatorio".
Pons tiene en Rosario a dos socios comerciales: las aseguradoras La Segunda y San Cristóbal y por eso visita la ciudad con frecuencia. "Rosario no tiene tren urbano ni subte: se transita en auto o colectivo y comprar una moto es económico. El parque crece y sin infraestructura no se solucionará el problema", diagnosticó.