El ex Greenpeace y ahora portavoz de "Los Verdes, movimiento político social en construcción", Juan Carlos Villalonga, consideró como difícil de asumir la contaminación que producen las pequeñas y medianas empresas en los barrios rosarinos y calificó de ridícula la resistencia a la bicisenda. Además, desestimó la calificación que el primer Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental le colgó a Rosario, cuando la consideró, junto a su zona de influencia, como uno de los sectores con mayores índices de contaminación del país. "El premio mayor sin duda se lo lleva la cuenca Matanza Riachuelo (Buenos Aires)", dijo el ambientalista que ahora trabaja en la conformación de un partido verde.
El lunes pasado, Villalonga disertó en el ciclo de ecología que se desarrolla en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia sobre “La insensatez de la energía nuclear”, con vistas a instalar la cuestión para que en abril de 2012 se llame a la población a un plebiscito sobre el tema. Es justamente este tipo de acciones puntuales, verdadera militancia por un ambiente más vivible, las que ahora quieren articular en una estructura de carácter político a fin de “acelerar los cambios en la dirección correcta y promoverlos”, explicó en diálogo con La Capital.
Convivencia. “Los barrios están llenos de pequeñas empresas, tipo familiares, que resultan muy difíciles de controlar”, aseguró Villalonga. Y además dijo que en las zonas marginales, ligadas a las economías informales, la quema de cables y baterías para recuperar los metales provocan un efecto contaminante muy complejo. “Es tremendamente peligroso para quien lo está haciendo”, consideró. Y dijo que este tipo de acciones, a las que se suman los basurales espontáneos que los vecinos generan y consolidan, son característicos de las áreas periféricas de las grandes ciudades.
Para Villalonga, es más fácil visualizar los hechos de contaminación generados por grandes empresas, ya que resultan más vulnerables a la denuncia social. “Cuando son pequeñas empresas casi familiares las que contaminan, a veces no se puede revertir hasta por una cuestión de sobrevivencia del emprendimiento”, señaló. Y dijo que es un segmento al que hay que prestarle atención.
Con respecto a un informe de la Defensoría del Pueblo de la Nación, que considera a Rosario y su zona como uno de los sectores del país con mayor índice de contaminación por las industrias, uso de fuertes agrotóxicos en los cultivos, falta de cloacas y población con necesidades básicas insatisfechas, Villalonga fue categórico. “No. El lugar más contaminado del país es la cuenca Matanza Riachuelo (Buenos Aires), eso es el infierno es el sitio más vergonzoso que tenemos en la Argentina, ahí están los peores problemas de degradación cloacal e industrial”, enfatizó.
Sobre el río Paraná, no pocas veces denunciado por Greenpeace, Villalonga admitió que “no hay curso de agua en Argentina que no esté sufriendo severas situaciones de contaminación; a veces tenemos la ilusión que los contaminantes se diluyen por el caudal que tienen”. Y aunque dijo que el Paraná no sólo recoge desechos industriales, cloacales y agroquímicos, apeló a no entrar en la “trampa de tener necesidad de comprar agua embotellada porque eso termina socavando a las empresas que brindan el servicio de agua potable”.
Cruzada contra la basura
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra hoy, desde las 15 y hasta las 18 se llevará a cabo en el Monumento a la Bandera la campaña “Basura Cero empieza por vos”. La movida tiene como objetivo difundir este concepto adoptado por la Municipalidad a partir de la ordenanza 8335/08. “Se busca atraer la atención sobre la importancia de separar los residuos en origen”, explicaron sus organizadores y aseguraron que modificar la conductas, “es un paso clave para poder cumplir con las metas que fija la ordenanza”.
La actividad está organizada por Greenpeace, Scouts de Argentina y Taller Ecologista y se replicará en los distintos parques y espacios verdes de Rosario. “Actualmente la ciudad envía cada día 700 toneladas de basura al relleno sanitario ubicado en la comuna de Ricardone, afectando el ambiente y la calidad de vida de sus habitantes”, aseguraron. Además, explicaron que la ordenanza citada obliga al Estado Municipal a implementar programas que permitan reducir gradualmente esta cantidad.
“Pero cumplir la ordenanza también requiere del compromiso de todos, separando los residuos, generando menos basura, modificando nuestros hábitos de consumo”, sostuvieron los ambientalistas, que apelan a conseguir la mayor convocatoria.
“Contamos con la presencia de todos los rosarinos para difundir junto a nosotros la importancia de la ordenanza Basura Cero y construir entre todos una ciudad más sustentable”, enfatizaron.