A escasos 12 días del inicio de clases, los docentes agrupados en la Asociación
del Magisterio de Santa Fe (Amsafé) seccional Rosario marcharon ayer ruidosamente junto a los
trabajadores autoconvocados de la salud provincial. Rechazaron que la discusión salarial quede
atada a la paritaria nacional (ver aparte) y reiteraron su pedido de principio de sueldos acordes a
la canasta familiar, reajustables al ritmo inflacionario. Desde la Casa Gris respondieron con que
el salario será "el mayor posible para evitar los conflictos", aunque advirtieron que la capacidad
de pago es "limitada". Una puja que ya entró en etapa de definiciones.
En el escenario de las discusiones sobre los salarios
docentes los números son de lo más dispares. Pero los maestros recordaron, sobre todo, que la
provincia "está en condiciones económicas" de formular una buena oferta.
Por un lado, la Confederación de Trabajadores de la
Educación de la República Argentina (Ctera) pidió un mínimo de 1.400 pesos y la Nación le
contraofertó 1.200. La respuesta fue "no" y todo indica que hoy les elevarían la cifra a 1.300.
Lo cierto es que en Santa Fe el salario mínimo ya supera
desde 2007 los 1.200 pesos y los docentes consideran inaceptable que ahora pueda quedar por debajo
de los 1.400.
Malestar. Sin embargo, el reclamo que mostraron las pancartas en la marcha de
Amsafé Rosario, y que reiteraron sus dirigentes, apunta al equivalente de una canasta familiar
básica, por arriba de los 3.000 pesos.
Por ser la primera del año, y con los maestros aún
retornando a las escuelas, la movilización fue contundente: de unas tres cuadras de largo, con más
docentes de base que sellos y agrupaciones, y sobre todo muy enojados.
Un enojo no sólo dedicado a los gobiernos nacional y
provincial sino también a los paritarios que, "sin mandato", los están representando. Los cantos en
la marcha lo dejaron en claro: "Ctera, escucha, queremos plan de lucha". Fue lo que más se
coreó.
El secretario general de Amsafé Rosario, Gustavo Terés,
recordó que la provincia "aumentó su presupuesto en un 46 por ciento y eso tiene que reflejarse en
el salario docente", a la vez que cargó tanto contra la presidenta Cristina Kirchner como contra la
ministra de Educación provincial, Elida Rasino.
A la primera la criticó por su "actitud agresiva" hacia la
docencia y por haber planteado 180 días de clases garantizados como condición para un "miserable"
aumento, lo que para Terés "cercena el derecho a huelga y limita la libertad sindical".
Luego le dedicó a Rasino un rotundo cuestionamiento por
haber dicho que 1.400 pesos para el sueldo inicial representaban un esfuerzo "realmente imposible"
para la provincia. Es más: el dirigente sostuvo que no llegar siquiera a ese monto implicaría
retroceder respecto de lo logrado durante el gobierno de Jorge Obeid.
En rigor, la propia titular de Amsafé provincial, Sonia
Alesso, tuvo una visión similar. Aseguró que "los tiempos (de negociación) están muy justos y la
semana próxima se agotan", por lo que confió en que hoy se defina la posición de la Ctera ante una
nueva oferta nacional y mañana, sí o sí, los convoque Rasino.
Además, coincidió con Terés en que "el gobierno provincial
debe mejorar" cualquier propuesta a nivel nacional, con una oferta que "tendrá que ser de más de
1.400 pesos".
En nombre de la administración de Hermes Binner, el
ministro de Economía, Angel Sciara, salió a hablar del tema y prometió que el salario provincial
para los docentes "será el mayor posible para evitar los conflictos".
También exhortó a los maestros a la "responsabilidad para
encontrar un balance entre las exigencias justas de los trabajadores y las posibilidades de la
provincia para poder afrontarlas".
Autoconvocados. A la marcha se sumaron trabajadores de la salud provincial y
municipal, aunque en menor número que los docentes.
Tras recordar su ya histórico reclamo de 500 pesos de
emergencia previo a las paritarias, también hicieron pública la "estrategia" del ministro de Salud
provincial, Miguel Cappiello, de acordar con las autoridades de la Facultad de Medicina una suba de
ese monto para los residentes con el fin de "dividir" la pelea. l