Los vecinos del edificio de Laprida 972, vacío desde febrero de 2016 luego de un incendio intencional que dejó el inmueble inhabitable, se reunieron ayer con la intendenta Mónica Fein y miembros de su gabinete para avanzar en los pasos previos a la reconstrucción de la torre, que los propietarios están encarando luego de pasar un año fuera de sus viviendas.
El siniestro, provocado por un hombre jamás identificado que entró a robar a la cochera, dejó una de las torres prácticamente en ruinas y el resto de la construcción con daños de menor magnitud pero sin servicios de ningún tipo. Como la administradora del consorcio no abonaba el seguro, los propietarios tuvieron que hacerse cargo de la reconstrucción de su propio bolsillo. A valores de hoy, la obra requiere reunir al menos 10 millones de pesos repartidos entre 31 familias, valor que no pueden afrontar sin asistencia financiera.
Luego del incendio, que se cobró la vida de dos personas, el municipio intervino con tareas de apuntalamiento de la estructura de la torre más dañada, reforzando las columnas ubicadas en la planta baja del edificio. Luego facilitó la elaboración del informe técnico realizado por la Universidad Nacional de Rosario, y finalmente se comprometió a garantizar una línea de créditos blandos (a tasa preferencial) a través del Banco Municipal para asistir a los vecinos en la recuperación de sus propiedades.
En la reunión celebrada ayer en el Palacio de los Leones, la Intendencia comunicó al consorcio que se compromete a facilitar los pasos administrativos previos a la reconstrucción del edificio. Además de Fein y representantes de los damnificados, en el cónclave participaron los secretarios General del municipio, Pablo Javkin; y de Planeamiento, Pablo Abalos.
"Ponemos a disposición nuestra colaboración en cuanto a nuestras competencias, y por ello vamos a simplificar las tramitaciones para que cuando consideren empezar los trabajos no tengan inconvenientes que demoren la reconstrucción", dijo la titular del Ejecutivo tras el encuentro.
En ese sentido, la intendenta indicó que entiende a la obra de reconstrucción de la torre céntrica como "un proceso excepcional", y es por esto que manifestó que el municipio "va a simplificar" la tramitación de los permisos de obra y todos aquellos procesos administrativos que incumben al Estado local en el proceso inmediatamente anterior al inicio de los trabajos.
"La reunión fue muy positiva, vimos predisposición en Fein para ayudarnos en cosas concretas. Dio directivas precisas a las áreas de su gobierno para acortar tiempos burocráticos y reducirnos los aranceles sobre todo", dijo Raúl Bertolaccini, uno de los vecinos que participaron del encuentro.
Lo cierto es que los propietarios necesitan una serie de permisos y reconsideraciones, ya que se trata una obra vieja -el edificio tiene unos 50 años- que se reconstruye, no es una obra que empieza de cero. "Tenemos que presentar planos, que si fuera una obra nueva nos rechazarían, porque los códigos de edificación ahora son distintos, pero lo nuestro es refacción", explicó el vecino.
La intendenta, contó Bertolaccini, les prometió resolver todas esas cuestiones mediante un decreto que otorgue excepcionalidades, además de abaratar costos y acortar tiempos. "Esto es un acto de justicia para reparar un acto de injusticia. Nos sentimos ayudados y contenidos", aseguró.
El hombre detalló además que la mayoría de los consorcistas tienen los créditos prácticamente adjudicados, y estiman que en dos meses podrían arrancar las obras.
"En 4 meses la torre de adelante ya estaría habitable y en 10 meses estaría lista la parte de atrás, las más afectada", cerró con emoción.
Nicolás Maggi / La Capital