La casa de Galeano, "cerrada por fútbol"

Si alguien pretende entrar en contacto estos días en Montevideo con el célebre escritor uruguayo Eduardo Galeano, se llevará una menuda sorpresa: su casa está “cerrada por fútbol”. Así lo advierte expresamente un cartel colgado en la puerta de su residencia ubicada en el barrio de Malvin, cerca de las playas del Río de la Plata que, como muchas de la capital de Uruguay, está cercada por rejas de hierro. Las suyas son de color verde oscuro.

Los uruguayos ya conocen la pasión de Galeano por el fútbol, pero algunos de los ocasionales transeúntes observará con curiosidad aquel trozo de cartón, cuidadosamente escrito a mano, que pretende alejar a los curiosos. Quienes conocen su obra conocen el libro “El fútbol a sol y sombra” que contiene no solamente abundante información sobre la historia del balompié mundial, sino también experiencias y situaciones que relacionan a ese deporte con la vida.

Hace unos cinco años, en un hecho sin precedentes, la propia Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) recomendó este libro de Galeano, pese a que contiene incluso algunas críticas sobre cómo se maneja comercialmente el fútbol. “Tradicionalmente el mundo de la intelectualidad ha estado peleado con el deporte. Lo miraba con suspicacia y sin prestarle atención, como si lo considerase una actividad menor. En esta situación el fútbol era una de las especialidades peor paradas...”, indicaba la nota de la FIFA, incluida en su página web.

Y agregaba: “En los últimos años, la tendencia ha cambiado totalmente el rumbo y son muchos los creadores que han querido alabar esa pasión colectiva e internacional que se llama fútbol con su particular estilo artístico”. La recomendación del libro se basaba en el hecho de que se trata de “la obra de uno de los escritores que más han pensado sobre la pelota”. “El uruguayo ha reconocido que de pequeñito tenía la ilusión de ser futbolista pero se le negó el talento en los pies. Sin embargo, le sobra en el manejo de la pluma”, completó la nota de FIFA. Los lectores de ese libro tienen oportunidad de repasar aspectos sobresalientes de todos los Mundiales hasta el de Estados Unidos 1994, en textos que destacan a míticas figuras como Pelé, Diego Maradona, Garrincha, Alfredo Di Stéfano, Johan Cruyff o Gerd Müller, entre otros.

Hace unos meses, Galeano confesó que se sentía un “mendigo del buen fútbol” recorriendo canchas del mundo, pero siempre guardando la esperanza de ver un poco de fantasía en un Mundial, donde presuntamente están los mejores jugadores. La semana pasada elogió al argentino Lionel Messi, de quien dijo: “Es el mejor del mundo porque sigue jugando como en el campito”. Recientemente, en otras declaraciones dadas en Montevideo en relación con el Mundial de Sudáfrica, dijo: “Ni pálpitos ni cábalas. Cada vez me importa menos qué camiseta tienen los jugadores que me brindan la alegría del juego bien jugado”. “Eso sí, mi mujer, Helena, y yo estamos muy atareados. Desde que estamos juntos en la vida, hace 34 años, el primer día de cada Mundial colgamos en la puerta de entrada un cartel hecho por nosotros mismos que dice 'cerrado por fútbol' y no lo quitamos hasta que hay campeón”.