Italia alcanzó este lunes un gran objetivo: todos los estudiantes, desde jardín de infantes a secundaria, volvieron a las clases presenciales. Son más de 8 millones de estudiantes, entre ellos 2,5 millones de bachilleres, aunque con porcentajes que oscilan entre el 50 y el 75% de asistencia, según la normativa vigente. Antes, a fines de enero, ya se había dado un importante paso adelante, cuando volvieron a clases más de 6 millones de chicos. Y los de primaria nunca dejaron de asistir, en una decisión tomada por el Gobierno pero compartida por toda la sociedad. Se quedarán en casa otra semana sólo los estudiantes de secundaria en Sicilia porque la región sigue con el "código naranja", pero en el resto del país, todos los estudiantes volvieron este lunes a ocupar sus bancos. Esto incluye a los niños de segundo y tercer grado. El retorno fue gradual y el pasado 27 de enero eran 6 millones los alumnos con clases presenciales. Una evidencia indirecta de que Italia ha superado lo peor de la segunda ola de Covid. Y de que las escuelas llenas son una prioridad para toda la sociedad italiana, que nunca cerró las escuelas primarias, ni aún en lo peor de la pandemia.